No solo reforzará la conectividad entre el Norte y el Sur del país, sino que también será un modelo para el desarrollo de infraestructuras sostenibles a nivel europeo.
Un joven compró un vagón de tren de 115 años por 3.000 dólares y se dejó 150.000 en restaurarlo, transformándolo en un lujoso Airbnb que incluye sauna y bañera de hidromasaje. Ahora, este lujoso alojamiento se alquila por hasta 550 dólares la noche, generándole unos ingresos anuales de más de 165.000. Todo aquel que quiera disfrutar de este vagón, podrá hacerlo para disfrutar del pasado, presente y futuro... pasando antes por caja, claro.
Una red ferroviaria que sirvió a la gloria comercial de Rusia y para el transporte de sus gulags ahora se transforma en una vía de urgencia para la Alianza Atlántica.