28M: el mejor y el peor escenario para Sánchez y Feijóo

28M: el mejor y el peor escenario para Sánchez y Feijóo 

Tras una campaña durísima con destacados cambios de guion, los protagonistas esperan el resultado de las urnas

Pedro Sánchez, durante un mitin en BadajozEuropa Press via Getty Images

O Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo. A pesar de ser unos comicios autonómicos y locales, ambos decidieron asumir el riesgo político de echarse a sus espaldas la campaña. Y el domingo, una vez cerradas las urnas, habrá un único ganador. El presidente del Gobierno, si el PSOE retiene sus plazas clave; o el jefe de la oposición, en caso de que el PP gobierne más allá de la Comunidad de Madrid. Será todo un punto de inflexión con la vista puesta en la batalla definitiva, las elecciones generales, que se celebrarán a finales de año.

En Moncloa contienen la respiración. Lejos de esconderse, Sánchez se ha expuesto como nunca, recorriéndose toda España. La estrategia de campaña se diseñó hace meses: tras superar los escándalos por la sedición, la malversación o la reforma de la ley del sólo sí es sí, lo apostaron todo a la economía, las políticas sociales y el medio ambiente. “La economía es ahora es nuestra bandera y no la del PP”, sacaban pecho. El PSOE logró marcar la agenda las semanas previas al inicio oficial de la campaña. Sánchez hacía anuncios y el PP y el resto de partidos los comentaban, iban a rebufo.

Se instaló una especie de optimismo en la estructuras socialistas. Los barones, muy críticos con Sánchez, incluso elogiaban las medidas plantadas por el Gobierno central. El CIS, pronosticando la victoria del PSOE en las municipales y la resistencia de la izquierda en las autonómicas, aumentó esa sensación. “Hay partido”, decían. “El que va a tener un problema tras el 28M va a ser Feijóo”.

Pero fue comenzar la campaña, y nada salió como en Moncloa tenían previsto. Las listas electorales de Bildu lo trastocaron todo. Los anuncios de Sánchez quedaron opacados y ya solo era noticia la inclusión de etarras en esas candidaturas. El PP lo aprovechó y Feijóo insistió en la alianza del PSOE con Bildu mañana, tarde y noche. “El plan de Sánchez es papel mojado”, no dudaron en sacar pecho en Génova, a pesar del debate interno que surgió en el PP después de que Isabel Díaz Ayuso sugiriera la ilegalización de Bildu.

Sánchez intentó recuperar la iniciativa. En el último fin de semana de campaña, volvieron los anuncios: 580 millones para la atención primaria en la sanidad pública, 38,5 millones para salud mental. Si bien, el escándalo de compra de votos en Melilla iba ganando protagonismo con el paso de los días. Y la aparición de nuevos casos, como el de Mojácar afectando de lleno al PSOE, acabó por truncar la estrategia diseñada por Moncloa. “No ha salido nada como debía salir. El PP estará encantado. Es todo barro”, según un candidato socialista, en conversación con este diario. El extremeño Guillermo Fernández-Vara clamaba a primeros de semana por centrar la discusión en “los problemas reales de los ciudadanos”.

  Gloria Rojas, secretaria general del PSOE Melilla, en una imagen de archivo.Ilies Amar/Europa Press via Getty Images

Las últimas horas de campaña fueron de absoluto frenesí político y mediático. Detenciones, acusaciones y noticias que dejaban a más de uno con la boca abierta, como la del candidato del PSOE en Valencia que en teoría forma parte de los Latin Kings y que fue detenido por la Policía. “Qué campaña de fango”, se exasperaba un diputado socialista, alarmado por la concatenación de escándalos. “La derecha no va a parar de insultar, descalificar y embarrar la campaña”, dijo el propio Sánchez en unos de sus últimos mítines, para a renglón seguido llamar a la movilización.

Pese a todo, hay voces en el PSOE que insisten en que todo está muy abierto y en que pueden resistir. “Todavía hay muchos indecisos”. Aunque los últimos sondeos internos apuntan a que la derecha está más fuerte y movilizada. Las fuentes consultadas aspiran a retener Castilla-La Mancha y Extremadura, aunque son conscientes de que no les basta. Los nervios son enormes en la Comunidad Valenciana, Aragón o las Islas Baleares, donde el PP lleva ya diciendo algunos días que tiene opciones de gobernar con Vox, como avanzó El HuffPost.

¿Y si los peores presagios se cumplen para el PSOE? Algunas voces del partido lo tienen claro: “Se ajustarán cuentas con Sánchez”. Así lo harían, por ejemplo, Javier Lambán o Emiliano García-Page, muy críticos con el presidente del Gobierno durante toda la legislatura, según la lectura que hacen varios cargos consultados.

  Un instante del mitin de Feijóo en Cáceres.Youtube / PP

Por su parte, el PP cree que la campaña les ha salido bien. Y aseguran que sus trackings así lo ponen de manifiesto. La acumulación de polémicas que afectan al PSOE y las listas de Bildu situaron el debate donde Génova quería con el objetivo final de convertir el 28M en una especie de plebiscito: Sanchismo sí o no. “Vamos bien. No podemos lanzar las campanas al vuelo porque todo va a depender de uno o dos escaños en algunos sitios, pero vamos bien”, en palabras de un alto cargo popular. Hay candidatos que ya se ven presidentes autonómicos.

Feijóo aspira a ganar las elecciones en términos generales y en cambiar de color algunos gobiernos autonómicos, en especial la Comunidad Valenciana. ¿Con Vox? El PP no ha despejado la incógnita, a pesar de que los periodistas han insistido prácticamente a diario en entrevistas y comparecencias de prensa. “Iremos viendo caso a caso”, subrayan, partiendo de la base de que en Génova no gusta la fórmula de Castilla y León. “Pero el hecho de sumar ya será un éxito y significará que el Sanchismo pierde”.

Lo peor, para el PP, sería que se cumpla el CIS. Esto es, que Ayuso gane de forma muy contundente en Madrid pero el partido no sume más gobiernos de peso. “Sería un fracaso”, dice a las claras un barón territorial. “Y que ganemos La Rioja no cuenta”, bromea. “Entonces sí que podría haber ruido y que alguien tipo Aguirre dijera que el mensaje de Ayuso es el ganador y no el de Feijóo. Aunque no creo en ningún caso que el liderazgo de Feijóo se ponga en duda de cara a las generales”. Cabe recordar, y así lo hacen internamente, la estrecha relación que el gallego tiene con Juanma Moreno, el presidente de la Junta de Andalucía. 

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Corresponsal político de El HuffPost.