Control de la agenda… hasta que llega la UCO
La Justicia trastoca la estrategia de Moncloa, que ponía el foco en el aborto. Génova reenvía el último informe sobre Ábalos a Bruselas y la prensa extranjera.
Con un ojo siempre puesto en los tribunales, pero tratando de marcar la agenda política. En el Gobierno reconocen que no hay día sin sobresalto en el ámbito judicial. Este mismo viernes, un nuevo informe de la UCO de la Guardia Civil ponía contra las cuerdas a José Luis Ábalos, con imágenes de sobres del PSOE con dinero para el otrora ministro incluidas. “¿Contabilidad B?”, se preguntaron rápidamente en el PP, zafándose de sus propios problemas para poner el foco en la presunta corrupción socialista.
El día empezó con los ecos de las últimas decisiones del magistrado Juan Carlos Peinado sobre Begoña Gómez, continuó con la fecha -a partir del tres del tres de noviembre- en la que dará inicio el juicio contra Álvaro García Ortíz, el Fiscal General del Estado. Y para, rematar, el runrún sobre otro informe de la UCO que afectará de una forma u otra al ministro Ángel Víctor Torres no paró de hacerse más fuerte. “Más pronto que tarde llegará, lo que no sabemos es lo que pondrá”, señalan las fuentes.
En todo caso, Moncloa discierne entre los distintos casos. En su batalla por el relato, creen que su electorado “comparte” que procesos como el de Begoña Gómez, David Sánchez o incluso el del fiscal general forman parte de una especie de operación contra el presidente. Una “persecución judicial” como decían fuentes oficiales del Ejecutivo el jueves, después de que Peinado fijara en “el vínculo con el presidente” el origen del presunto delito de su mujer.
Otra cosa es el denominado caso Koldo y todas sus derivadas. El fantasma de la posible financiación irregular del partido, que Sánchez niega categóricamente, o la posibilidad de nuevos implicados de peso es lo que más preocupa en las filas socialistas. Y lo cierto es que ya nadie se atreve a pillarse los dedos o a poner la mano en el fuego por nadie, más aún después de la prisión para Santos Cerdán. “Si lo que queda por salir son empresarios y algo más de la trama navarra, en términos políticos se puede controlar. Si afecta a un ministro o por ejemplo se empieza a hablar de financiación del partido, la situación se volverá mucho más delicada”, reconoce a las claras un alto cargo socialista.
De momento, el Gobierno cree que ha logrado recomponerse del golpe. Al menos hasta el viernes, la percepción interna es que se había “levantado cabeza”, el primero el presidente. “La diferencia entre cómo se fue y cómo llegó de vacaciones es enorme”, constatan todas las fuentes, como ya dio cuenta El HuffPost.
Una de las razones es que Sánchez ha logrado dirigir la agenda, llevando el debate público a donde le interesa. O, al menos, aprovechando las circunstancias internacionales o incluso de la política doméstica para centrar debates en los que se siente cómodo. Así, después de la polémica de José Luis Martínez-Almeida sobre el aborto, desde Moncloa se insistía con el tema, anunciando que tratará de blindarlo en la Constitución, como Igualdad descartó y Sumar lleva más de un año exigiendo. “Es una cuestión completamente asumida por la sociedad y transversal… se le va a atragantar al PP”, sugerían fuentes de Ferraz.
El PP se agarra a la UCO
Para Alberto Núñez Feijóo, por mucho que Sánchez lo intente, al final “la corrupción acabará sepultándolo”. “Es un espejismo eso de que están controlando la agenda. Están en manos de los tribunales. Este viernes, Sánchez se las prometía muy felices con lo del aborto y mira cómo ha acabado el día… con un sobre del PSOE lleno de dinero”, es el resumen que hacen en la dirección nacional del partido.
Para ampliar el desgaste socialista, el partido dio traslado de ese informe de la UCO a los corresponsales de prensa extranjera y su delegación en Bruselas hizo lo propio para que en la UE se tuviera constancia del último revés para Sánchez.
Así, Génova se acoge a los escándalos del presidente tras unos días de enredos varios. Otra vez. La posición del partido continúa sin ser unánime con respecto a Gaza, la iniciativa apoyada por Almeida sobre el aborto generó perplejidad en amplios sectores y el hecho de que la Junta de Andalucía hay tenido que reconocer que al menos 2.000 mujeres sufrieron retrasos en los diagnósticos del cáncer de mama ha provocado alarma a pocos meses de las elecciones allí.
Y todo en un contexto de preocupación interna por el auge de Vox que detectan todas las encuestas y de rumores sobre posibles adelantos electorales. En algunos territorios, la subida de los de Santiago Abascal es tan acusada que, en privado, ya admiten la posibilidad de que regresen los gobiernos de coalición. Alfonso Fernández Mañueco será el primero que se enfrente a las urnas, en marzo de 2026, y no descarta esa fórmula. Juanma Moreno cree que tiene “controlado” a Vox pero habrá que testar si la crisis sanitaria le afecta. Él quiere mantener las elecciones en junio. En Extremadura y Aragón no tienen presupuestos y dependiendo de ello tomarán una decisión.