Dos excursionistas que paseaban por las montañas del norte de la República Checa descubrieron un increíble hallazgo escondido en una caja de metal en cuyo interior había, entre otros objetos de gran valor, 598 monedas de oro envueltas en una tela negra, según explicó Miroslav Novak, jefe del departamento arqueológico del Museo de Bohemia Oriental a digi24.

El origen de las monedas es variado, pudiendo encontrar ejemplares de Turquía, Francia, Rumania, Bélgica, Italia e incluso Rusia y la fecha aproximada de su acuñación varía entre 1808 y 1905, tal y como informó Radio Praga Internacional. Se estima que el valor total del tesoro podría alcanzar los 700.000 dólares. 

Además de las monedas, en el interior de la caja también había joyas y otros artículos de valor, como 16 pitilleras, 10 pulseras, un llavero, una caja de pólvora, un peine y una bolsa de malla metálica. "Lo excepcional de la caja es el volumen", expresó entusiasmado Novak. 

Ahora, una vez encontrado y documentado el tesoro, los investigadores pretenden encontrar a su dueño a través de la información presente en el archivo y hallar el motivo por el cual fue escondido. "Es posible que alguien encontrara información, quizá en los periódicos de la época, de que alguien robó una joyería o algo así, y de repente eso nos diera una pista", subrayó Novak. 

La mitad de las monedas, aproximadamente, vienen de países de Europa occidental, mientras que el resto son originarias de Europa del Este, aunque también hay algunas de Túnez y otras partes de África. Algunas de ellas se encuentran perforadas, lo que indica, según explican los expertos, que se utilizaban con fines decorativos para diademas o collares. 

Una de las teorías más consistentes entre la comunidad científica es que el tesoro perteneció a una persona o grupo de personas que escapaba de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. "Tal vez esa persona terminó en un campo de concentración, o tal vez fue un alemán que simplemente no pudo regresar a recuperar el tesoro", dijo Novak. 

A pesar de ello, el gran flujo migratorio de aquella época, marcado por su situación geopolítica y bélica, dificulta el objetivo de encontrar a su dueño. "El problema es que tenemos una enorme cantidad de posibilidades", resaltó Martin Vesely, profesor de la Universidad Jan Evangelista Purkyně de la República Checa. "En aquellos años, Europa Central se vio inundada por una enorme cantidad de personas de todas partes, de un lado a otro, así que cualquier cosa podría haber sucedido", sentenció.