Jean-Marie Malle emprende un viaje de 12 días para poder celebrar Navidad con su hija: "Lo más estresante fue la aduana"
Una tierna historia de Navidad y de conciencia medioambiental.

Una tierna historia de Navidad. Un padre francés ha recorrido la mitad del planeta en tren para pasar la Navidad con su hija, que vive en Shanghái, China. El viaje duró unos doce días, y tal y como él mismo ha contado en declaraciones al medio de comunicación francés Au Feminin, no pudo evitar hacerlo.
Tal y como reza la publicación, la joven decidió realizar un intercambio universitario en la gigante ciudad china, pero se le ha hecho imposible regresar a su país natal por Navidad. Para el padre, pasar las Navidades sin ella es "inconcebible" y "no quería dejarla sola en las fiestas". Como está "muy apegado a "la conciencia medioambiental", el resultado fueron doce días de viaje y 14.000 kilómetros recorridos entre Europa y Asia.
"Hice investigaciones y aunque se crea lo contrario sigue siendo posible", asegura en la conversación, consciente de que el largo viaje puede conllevar algunos inconvenientes. De este modo, explica que el viaje comenzó con una ruta relativamente sencilla: Lorient, París, Berlín, Varsovia.
Posteriormente, el progenitor llegó a Minsk (Bielorrusia), y de ahí a Moscú, donde subió a bordo del mítico ferrocarril Transiberiano. Línea ferroviaria casi 10.000 kilómetros de longitud, y conecta Europa del Este con Asia Oriental.
"Tenía miedo de aburrirme, pero al final no lo hice. Lo más estresante eran los pasos fronterizos", confiesa. Cada vez que cruzaba el país, dice, "se sentía como una pequeña victoria". También, fue complicada la temperatura en estos remotos lugares. En ocasiones, bajaba de los -30º C. "Tenía miedo de aburrirme, pero al final no lo hice".
La noche del 19 de diciembre, tras doce días en las vías, Jean-Marie finalmente llegó finalmente a Shanghái. "La emoción fue inmensa". "El objetivo, era para demostrar que aún es posible viajar en tren tantos kilómetros", cuenta. Su viaje le costó unos 900 euros, incluyendo 715 para transporte. Pero, sobre todo, y según los datos difundidos en el medio de comunicación, ha generado alrededor de 500 kg de CO₂, comparado con entre 2 y 5 toneladas en un solo viaje equivalente en avión.
