Los clientes pagan 1.000 euros por la cuenta, humillan a la camarera y el chef acaba dándole todo el dinero
Tuvo claro que el dinero no podía justificar ese comportamiento.
Una experiencia gastronómica exclusiva terminó convirtiéndose en una lección de dignidad y liderazgo en el mundo de la restauración. Ocurrió en el restaurante Cora, un establecimiento de alta categoría en Cardiff, donde un grupo de clientes cruzó todos los límites del respeto hacia el personal. La respuesta del chef, fue inmediata y todo un ejemplo.
El chef Lee Skeet se encontraba conversando de manera informal con uno de los comensales cuando el ambiente en la sala empezó a enturbiarse. Mientras tanto un grupo, que había gastado unos 1.020 euros, ––una cifra récord en la historia del restaurante––, comenzó a comportarse de forma inapropiada con una joven camarera.
No solo la trataron con desprecio, sino que llegaron a tocarla de forma indeseada, provocando que abandonara la mesa entre lágrimas. El incidente dejó en shock a todo el personal, pero Skeet tuvo claro desde el primer momento que el dinero no podía justificar ese comportamiento.
Un mensaje claro
Poco después, el chef envió un correo electrónico firme y detallado al grupo de clientes, en el que explicaba que la camarera había sido tratada de forma injusta y que ese tipo de actitudes no tenían cabida en su restaurante.
A pesar de que la cuantiosa cuenta suponía un ingreso excepcional, Skeet tomó una decisión de entregar a la camarera el importe completo de la factura. Con este gesto quiso dejar claro que la seguridad, la dignidad y el bienestar de su equipo están por encima de cualquier beneficio económico.
Un gran gesto
La historia se difundió rápidamente en redes sociales y generó una oleada de apoyo al chef. Muchos usuarios elogiaron su valentía y humanidad. Según recoge un medio local, uno de los mensajes más compartidos decía: “Lee, no te conozco, pero ojalá todos fueran como tú. El mundo sería un lugar mucho mejor”.
Además, varios chefs y profesionales del sector han reconocido haber visto a camareros llorar tras su primer servicio debido a la falta de respeto de algunos clientes. De hecho, es algo que no ocurre de forma puntual, según detalla La Sexta, la hostelería, al límite por las faltas de respeto en pleno servicio.