Más allá de móviles delgados y la IA: cómo las cámaras siguen siendo el principal campo de batalla de las tecnológicas
Además de Samsung o Apple, compañías como OPPO o vivo se meten en la batalla de los gama alta con unas lentes de máxima calidad que suponen una auténtica revolución en fotografía móvil.
En un mundo en el que la inteligencia artificial parece estar monopolizando el debate en el sector telefónico, en el que los teléfonos ultradelgados parecen ser la siguiente gran novedad, hay algo que sigue siendo el principal campo de batalla de las grandes tecnológicas: las cámaras.
Pese a los grandes avances de algunas compañías con herramientas y funciones de IA, algunas firmas chinas siguen dando pasos agigantados por ofrecer la mejor experiencia posible con sus lentes. Es el caso de dos de los teléfonos que se han presentado esta misma semana, el OPPO Find X9 Pro y el vivo X300 Pro.
Ambas pertenecen a la misma empresa matriz, BBK Electronics Corporation, y podríamos decir que son hermanas, pero lo que han dejado claro en estos últimos días es que han venido a Europa para expandirse y quedarse durante mucho tiempo.
Cámaras y acción
En un momento en el que se pone en valor el trabajo de Google con Gemini o se analiza la tendencia que compañías como Samsung o Apple están queriendo marcar con los teléfonos ultradelgados, con el Samsung S25 Edge o el iPhone Air, parece que la batalla sigue siendo la de siempre, aunque en otro nivel mucho mayor.
Es cierto que la autonomía siempre ha sido uno de los pilares de cualquier usuario a la hora de tener que comprarse un teléfono móvil. Pero es que marcas como OPPO y vivo han hecho una apuesta tan fuerte por equilibrarlo todo, ofrecer rendimiento, batería y, sobre todo, cámaras, que es difícil que no logren atraer cada vez más clientes.
En el caso del nuevo OPPO Find X9 Pro, hemos comprobado desde su evento en Barcelona que siguen dando pasos adelante con uno de los dispositivos más completos del año. Además de una sorprendente batería de 7.500 mAh en un teléfono que sólo pesa 224 gramos, incorpora un sistema de cámaras que son una auténtica revolución.
Además de una cámara frontal de 50 megapíxeles, en la parte trasera, han cambiado su diseño y han apostado por tres cámaras: una principal de 50 megapíxeles con el sensor Sony LYT828 y un sistema Ultra XDR que capta hasta el mínimo detalle, una cámara ultra gran angular de otros 50 megapíxeles y la joya de la corona: un teleobjetivo Hasselblad de 200 megapíxeles.
Por su parte, vivo ha presentado este jueves su nuevo modelo de alta gama, el vivo X300 Pro. Y sus características le hacen rivalizar con su hermano, por equilibrio, potencia, pero también unas cámaras de escándalo. Como es lógico, reúne características comunes con OPPO, como el chip Mediatek Dimensity 9500. Pero también en las cámaras: como la principal- con sensor Sony LYT828- y el gran angular de 50 megapíxeles. Y también cuenta con un teleobjetivo APO de 200 megapíxeles, aunque en su caso, con otra colaboración, la de ZEISS.
Pero hay un accesorio, que no es nuevo en el sector telefónico, pero que sí sorprende por motivos más que obvios. Se trata de los teleconvertidores externos acoplables que ambas firmas han lanzado como accesorio para sus dispositivos punteros. Se trata de dos herramientas que logran capturar con una semejanza similar a la de una cámara profesional, escenas lejanas a una calidad inasumible para cualquier teléfono tradicional.
Y son, precisamente, estas herramientas profesionales con las que las marcas chinas buscan marcar la diferencia ante sus principales competidores. Y no sólo necesitan estos accesorios para relucir, ya que, con ellos en la mano, sus cámaras logran captar casi más detalles que algunos de los teléfonos de los gigantes tecnológicos.
Algo que no es sólo cosa de OPPO y vivo. Otras firmas como Huawei, que esta semana también ha presentado el Huawei Pura 80 Ultra y el Pura 80 Pro, también incluyen un sistema de cámaras a la altura de muy pocos.
En esa búsqueda por la diferencia de marcas como Apple, Samsung o Google, las compañías chinas han logrado sacar rédito a las cámaras y logran ampliar cada vez más su expansión, en un campo de batalla- el de la fotografía móvil- que más de uno daba por cerrado y que está más abierto que nunca.