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Denuncia a un compañero por robo, es despedido, la justicia se pone de su parte y le cae una indemnización de casi 25.500 euros

Denuncia a un compañero por robo, es despedido, la justicia se pone de su parte y le cae una indemnización de casi 25.500 euros

El encontronazo llegó a las manos. 

Un juicio en una imagen de archivo.Getty Images

Un tribunal de apelaciones francés ha dado la razón a un empleado que fue despedido tras denunciar a un compañero por robo. Los hechos ocurrieron en mayo de 2022 en una fábrica del norte de Francia, cuando un trabajador del turno de noche vio a un compañero salir con barras de metal. Convencido de estar presenciando un robo, alertó de inmediato a su jefe de equipo. 

El superior le aseguró que se había autorizado la recuperación porque el metal debía llevarse al contenedor. El empleado, sin embargo, se mantuvo firme y la mañana siguiente contactó directamente con el jefe de la fábrica calificando la situación de "robo", según ha informado el medio francés Figaro Emploi.

Pero todo se le acabó volviendo en contra a él. El jefe de equipo le recriminó por la llamada, que calificó de "inoportuna". Más tarde, además, el empleado testigo y el acusado se encontraron. Primero se dirigieron palabras, pero luego la tensión fue a más y se desató una pelea. Unos días después, el empleado denunciante recibió una carta de despido por falta grave, acusándolo de provocar la pelea e ignorar las instrucciones de la gerencia.

Ante un tribunal laboral en la primavera de 2023 se consideró justificado el despido e, incluso, tuvo que pagar 1.500 euros a su antiguo empleador, ante lo que decidió recurrir. Su abogado argumentó en el Tribunal de Apelación que la denuncia se realizó de buena fe y se amparaba en la libertad de expresión del empleado, garantizada por el Código Laboral.

"El empleado conserva su libertad de expresión, salvo en casos de abuso. Es decir, a menos que haga comentarios insultantes, difamatorios o excesivos. En este caso, simplemente expresó sus dudas, sin intención de causar daño. Este tipo de decisión sirve como recordatorio de que un informe justo, aunque sea torpe, no debe utilizarse en contra de quien lo presenta", explicó el abogado laboral. 

Y, esta vez sí, el tribunal concluyó que no hay pruebas de intención de causar daño, por lo que estableció que el despido se produjo sin causa real y grave. Por ello, ha condenado a la empresa a pagar a su exempleado casi 25.480 euros: 5.771 en concepto de preaviso, 577 en vacaciones retribuidas, 6.132 en concepto de indemnización por despido, 10.000 en concepto de daños y perjuicios y 3.000 en costas judiciales.

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