Navalni se declara en huelga de hambre hasta que reciba la visita de un médico

Navalni se declara en huelga de hambre hasta que reciba la visita de un médico

El opositor ruso se encuentra en una prisión conocida por las duras condiciones a las que somete a sus presos.

Manifestación celebrada en Berlín, Alemania, en favor de la liberación del opositor ruso Alexei Navalni.Fabian Sommer/dpa - Archivo

El opositor ruso Alexei Navalni ha anunciado este miércoles a través de su cuenta de Instagram que se declara en huelga de hambre hasta que le permitan recibir asistencia médica, tal y como “marca la ley”, en la prisión en la que se encuentra.

“Tengo derecho a llamar a un médico y obtener medicamentos. No me dan ni lo uno ni lo otro. El dolor de espalda se ha trasladado a la pierna. Algunas partes de la pierna derecha y ahora de la izquierda han perdido sensibilidad”, ha asegurado.

Navalni, de 44 años, se encuentra en una prisión ubicada en la ciudad de Pokrov (Vladimir), conocida por el duro aislamiento psicológico al que somete a los presos, además de las duras condiciones del centro.

En lugar de asistencia médica, me torturan con privación del sueño, me despiertan por la noche ocho veces

“En lugar de asistencia médica, me torturan con privación del sueño, me despiertan por la noche ocho veces”, ha denunciado Navalni, quien afirma que las autoridades de la prisión persuaden a los presos activistas para que intimiden a los reclusos y que no limpien alrededor de su cama.

“La vida de un preso vale menos que un paquete de cigarrillos”

“Esta es la región de Vladimir. La vida de un preso vale menos que un paquete de cigarrillos”, ha dicho. Navalni tendrá que permanecer dos años y medio encarcelado por violar la libertad condicional impuesta en su contra a cambio de la suspensión de una condena a cuatro años de cárcel por cometer fraude.

Navalni, que suele utilizar sus redes sociales para protestar por las condiciones en las que se encuentra, ya había indicado con anterioridad que la dirección del centro le somete a una suerte de “torturas” con el objetivo de “acumular reprimendas” con las que “puedes ir a una celda de aislamiento”.