Bruselas aguarda a Zelenski para un Consejo Europeo que será un espaldarazo común a Ucrania

Bruselas aguarda a Zelenski para un Consejo Europeo que será un espaldarazo común a Ucrania

La capital comunitaria acoge una cumbre centrada en la guerra, la economía y la inmigración, con la incógnita, por razones de seguridad, de la visita presidencial.

Volodimir Zelensky, junto a Charles Michel y Ursula Von der Leyen, el pasado 3 de febrero en Kiev, durante la cumbre UE-Ucrania.ROMAN PILIPEY / Getty

La seguridad se intensifica en las manzanas de las Instituciones Europeas, los funcionarios reciben avisos de inhabituales controles y cierres, pero la agenda publicada aún no lo contempla: Bruselas espera este jueves (o no) al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para el Consejo Europeo extraordinario que reúne a los mandatarios de los Veintisiete. Su presencia se filtró anticipadamente el lunes y, desde entonces, se ha puesto en duda su estancia, por cuestiones de seguridad. Demasiado expuesto, con demasiado tiempo. La visita se da por hecho pero, a la vez, está por ver.

Fuentes comunitarias indican a El HuffPost que lo esperado es que venga al fin, que almuerce con los presidentes y primeros ministros, además del presidente del Consejo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y comparezca ante el Parlamento Europeo. "Lo esperado no tiene por qué ser lo que ocurra", indica una fuente, jugando al despiste. 

Se trataría de la tercera visita exterior del mandatario ucraniano de su país desde que comenzó la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022, después de la que hizo en diciembre a Estados Unidos y de la de ayer a Reino Unido y Francia. Hace tiempo que tiene sobre la mesa la invitación de Europa, pero las amenazas que hay contra su vida pesaban, por más que supuestamente Vladimir Putin haya prometido no matarlo. Ya se intentó que pisara Bruselas el pasado 3 de febrero, con motivo de la 24ª cumbre Unión Europea-Ucrania, pero finalmente el encuentro se celebró en Kiev

Cuando Zelenski fue a EEUU, apenas lo supieron un puñado de funcionarios y su visita se anunció horas antes de su aterrizaje. Sin embargo, en el caso europeo, todo ha estado menos controlado. Hace tres días, se filtró su llegada este jueves. Medios como Politico señalan a la Eurocámara como el origen, tras una reunión en la que todos los grupos parlamentarios conocieron la noticia. Luego, el Partido Popular Europeo (PPE) publicó un tuit que avalaba la cita, mensaje borrado rápidamente. 

Ante estas informaciones, la oficina de Michel tuvo que salir al paso, confirmar que se había invitado al ucraniano y puntualizar, sin embargo, que se refería a que podía participar en persona en una "futura cumbre", sin decir cuál. Además de la de mañana, extraordinaria, hay otra prevista para finales del mes de marzo. 

Algunas voces críticas indican que es una visita demasiado pegada a la cumbre bilateral de la semana pasada, que el club comunitario no tiene a la mano ninguna gran promesa que hacerle, ni en lo militar ni en lo económico ni en materia de sanciones a Rusia. Sin embargo, sus defensores sostienen que una visita de alto riesgo también sirve para "enviar un poderoso mensaje personal de agradecimiento a aliados clave y empujarlos a permanecer unidos y hacer aún más", es "un gesto tremendamente simbólico" y un "reconocimiento claro" al papel "central" de la UE en la ayuda a Ucrania, desde el minuto uno.

La guerra está a punto de entrar en su segundo año, se espera una batalla crucial incluso antes de primavera, con meses por delante en los que deberá llegar el nuevo armamento suministrado por los aliados y que puede influir enormemente en el desarrollo de la contienda. Es el momento de tener unidos a los Veintisiete, entre los que también hay distintos grados de compromiso con Kiev, por más que se esté dando, como con el coronavirus, una imagen sólida de todos a una en la mayoría de los asuntos. 

Para Europa, es una oportunidad de recibir en casa a quien aspira a ser miembro y quién está defendiendo los valores comunitarios bajo asedio. “La Unión Europea lo apoyará en todo lo que pueda, durante el tiempo que sea necesario”, dijo el jefe del Consejo Europeo, Michel, en su visita a Kiev. “Ucrania y la UE son familia”. Aún así, las esperanzas de Kiev de una entrada rápida en la UE como miembro de pleno derecho han sido rechazadas en gran medida por los estados miembros que desconfían de actuar demasiado rápido.

Sobre la membresía de la UE, Zelenski desea seguir presionando a la UE para que le ofrezca la posibilidad "clara y concreta" de unirse al bloque en un futuro cercano. Dos años, es el plazo ofrecido por Kiev. Es probable que solicite a sus homólogos europeos que abran negociaciones formales de adhesión este año, a pesar del profundo escepticismo de algunos.

En cuanto al armamento, su gran caballo de batalla, el ejército de Ucrania ha recibido recientemente un impulso importante con el desbloqueo de los tanques Leopard alemanes, a los que se suman los Abrams norteamericanos. EEUU también ha anunciado la llegada de Patriot, que Rusia teme que cambie las reglas del juego. A medida que aumentan las advertencias de que Rusia está reuniendo hombres y tanques para otra gran ofensiva en el este, parece un buen momento para que Zelenski presione más. Está dispuesto a hacerlo. Quiere ahora más aviones de combate y misiles de mayor alcance.

En cuanto a las sanciones, la UE ha impuesto hasta ahora nueve oleadas de sanciones económicas sin precedentes a Rusia con el objetivo de frenar el flujo de dinero a las arcas del presidente Putin para financiar la guerra. Las medidas han hecho mella en Moscú, pero no han logrado secar el cofre de guerra del Kremlin ni obligar a Putin a repensar a fondo. El décimo paquete se espera inminente. Ucrania clama por nuevas medidas duras, incluido el lucrativo sector nuclear de Moscú. La unidad de la UE, sin embargo, se está debilitando ante la posibilidad de dar nuevos pasos y Hungría, liderada por el aliado europeo más cercano de Putin, Viktor Orbán, insiste en que no respaldará nuevos "movimientos radicales".

Y queda la reconstrucción del país, con la que Bruselas está "profundamente comprometida", activada antes de que la guerra acabe incluso, centrándose en las infraestructuras de energía y conectividad. 

La agenda

Antes de que la visita de Zelenski se volviera la comidilla de Bruselas, el Consejo ya tenía una agenda muy marcada. "Los líderes de la UE discutirán los desarrollos recientes con respecto a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el apoyo continuo de la UE a Ucrania. La UE y sus estados miembros están unidos en su apoyo inquebrantable a Ucrania y su gente y hasta ahora han brindado asistencia a Ucrania por valor de 50.000 millones de euros", indica el organismo que preside Michel. 

Las autoridades europeas estiman que, desde que comenzó la invasión total, la UE y sus 27 estados miembros han comprometido unos 67.000 millones de euros en apoyo a Ucrania. Esa cantidad, impensable cuando comenzó la invasión, ha ayudado a apuntalar el trabajo diario del gobierno de Kiev, sorprendentemente resistente, y a armar a las tropas ucranianas en la línea del frente. Más de 10.000 millones de euros de esa suma se han gastado en proporcionar un hogar a unos cuatro millones de ucranianos que han huido del conflicto hacia la UE.

Hay también una segunda pata económica en la cita de mañana. "Ante la nueva realidad geopolítica, los líderes de la UE debatirán cómo garantizar la competitividad a largo plazo, la prosperidad y el papel de la UE en el escenario mundial . En este sentido, también debatirán cómo aprovechar todo el potencial del mercado único de la UE , que ha apuntalado la prosperidad de Europa desde su creación hace 30 años", ahonda el documento del Consejo. 

La acción más inmediata que plantea la UE es flexibilizar las normas europeas de ayudas de Estado hasta 2025 para facilitar los subsidios a inversiones verdes estratégicas, incluidas exenciones y desgravaciones fiscales, e incluso permitir a los Gobiernos igualar las subvenciones que ofrecen países terceros cuando haya riesgo de deslocalización de la industria. El marco parece estupendo, pero no gusta a todos, hay estados que tienen miedo a que se inicie una carrera de subsidios y una guerra comercial, de la que salgan ganando los Estados con más margen para apoyar a sus empresas, Francia y Alemania en cabeza. Países Bajos, por ejemplo, siempre está entre los frugales.

Y la tercera es la inmigración: se "evaluará la aplicación de sus conclusiones anteriores sobre un enfoque integral de la migración en consonancia con los principios y valores de la UE, centrándose en el control efectivo de las fronteras exteriores , el aumento de la acción exterior y los aspectos internos". Europa lleva un retraso importante en la materia. La presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, ha admitido que a la la UE le falta "determinación y voluntad de solidaridad". 

Ahora se va a analizar la dimensión exterior de este asunto, es decir, la relación con los países de los que proceden o por los que transitan los inmigrantes. Es en lo que más consenso hay pero en el marco de este debate es previsible que los líderes aborden también el Pacto sobre Migración y Asilo, que sigue negociándose en la UE, atascado por diferencias de los estados, y que Von der Leyen promete para el año que viene, año electoral europeo. Hay diferencias en cuanto a fondos y su uso, devoluciones y cuotas. 

En el último año, sobre todo, han subido las llegadas de migrantes irregulares a través de los Balcanes Occidentales y del Mediterráneo central. A esta situación se suma la llegada de millones de refugiados de Ucrania a la UE desde el inicio de la guerra, lo que ha puesto a los sistemas de acogida europeos al límite.

Las prioridades de España

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó este miércoles que reclamará en el Consejo Europeo que la UE acelere sus planes para lograr una mayor competitividad ante las políticas que, en este ámbito, están poniendo en marcha países como EEUU, según fuentes del Ejecutivo citadas por la Agencia EFE. 

Los líderes y las instituciones europeas están inmersos en un debate sobre cómo reforzar la competitividad de la UE ante políticas como la de Washington que, con su ley frente a la inflación, subvencionará con más de 350.000 millones de euros las industrias verdes.

En ese contexto se enmarca el plan presentado la pasada semana por la Comisión para aumentar la producción de tecnologías y energías limpias, y competir con los subsidios estadounidenses o los que también China ofrece al sector.

Sánchez volverá a pedir que se acelere la reforma del mercado eléctrico, porque cree que es un elemento esencial de competitividad de las empresas europeas.

Además, en el apartado relativo al fomento de los acuerdos comerciales de la UE, España seguirá apostando por lograrlos con México, Chile y los países que conforman Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). El Gobierno español destaca igualmente la importancia de lograr un mercado de capitales europeo más integrado para financiar mejor los proyectos de inversión, añade la citada agencia. 

No cree que Europa vaya a llegar tarde para impulsar su competitividad, pero sí piensa que es necesario que acelere aún más los trabajos, y que antes del verano haya acuerdos concretos y textos legislativos en marcha para permitir que muchas inversiones se queden en Europa.

Respecto a la migración, España ha insistido siempre en la necesidad de acuerdos con los países de origen y tránsito de la migración y el Gobierno exhibe su experiencia en este ámbito como ejemplo de eficacia. Sin embargo, lamenta que la Unión vaya más lenta de lo que debería en la consecución de estos acuerdos que ayuden en la prevención de la migración ilegal y defiende que se destinen más fondos a estos países.