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La caída de Pokrovsk no provocará un colapso en el frente, pero debilita a Ucrania a ojos de Trump

La caída de Pokrovsk no provocará un colapso en el frente, pero debilita a Ucrania a ojos de Trump

La captura de la ciudad del Donbás parece ser cuestión de "cuándo" y no de "si". Dejaría en mal lugar a Zelenski, en mitad de las negociaciones lideradas por EEUU para poner fin a la guerra.

Militares de la 148ª Brigada de Artillería Separada de Zhitomir de las fuerzas de Ucrania disparan un obús contra tropas rusas cerca de la ciudad de Pokrovsk, el 23 de noviembre de 2025.
Militares de la 148ª Brigada de Artillería Separada de Zhitomir de las fuerzas de Ucrania disparan un obús contra tropas rusas cerca de la ciudad de Pokrovsk, el 23 de noviembre de 2025.Anatolii Stepanov / Reuters

La captura de Pokrovsk por parte de Rusia parece ser una cuestión de "cuándo" y no de "si". Si bien su caída no provocará un colapso en las defensas de Ucrania, debilita a Kiev en un momento delicado de las negociaciones lideradas por Estados Unidos para poner fin a la guerra.

Moscú declaró el 1 de diciembre que tenía el control total de Pokrovsk, dos días antes de que el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump y su yerno mantuvieran conversaciones en el Kremlin con el presidente Vladimir Putin sobre un plan que, según afirman, está a punto de concretarse. Diez días después, Ucrania afirma que sus tropas aún mantienen posiciones en el norte de la ciudad, que albergaba a 60.000 personas antes de la invasión rusa a gran escala de 2022 y sirvió como un importante centro logístico para el ejército hasta que se intensificaron los combates.

"Esta nueva ronda de presión sobre Ucrania para resolver el conflicto en términos desfavorables se produce en paralelo a intensos combates en este frente, lo que beneficia a Rusia porque afecta la percepción de Trump", declaró a Reuters Mykola Bielieskov, analista sénior de la fundación benéfica ucraniana Come Back Alive.

Ucrania debe intentar mantener el apoyo de los estadounidenses -quienes suministran inteligencia y armas vitales- mientras se resiste a un acuerdo de paz que, según Rusia, debe implicar la retirada de las fuerzas de Kiev de toda la región oriental del Donbás, donde se encuentra Pokrovsk.

Ucrania afirma que, tras haber luchado por el control del Donbás desde 2014, no tiene derecho moral ni legal a ceder territorio soberano a una potencia invasora, lo que convierte el control de la zona industrial en el tema más polémico que divide a las partes en conflicto. La retórica de Trump contra Ucrania se endureció esta semana, al declarar a Politico que Rusia tenía la ventaja en la guerra y que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tenía que empezar a "aceptar las cosas".

El lento avance de los rusos

Sin embargo, el ritmo del asalto ruso a Pokrovsk demuestra lo difícil que ha sido para las fuerzas de Moscú avanzar con las líneas del frente saturadas de drones asesinos. La guerra se convirtió en una lucha de desgaste después de 2022, sin que ninguna de las partes pudiera conquistar territorio fácilmente. Rusia lanzó una nueva ofensiva a finales de 2023 y controla alrededor del 19,2% de Ucrania, poco más de un punto porcentual más que a finales de 2022.

Pokrovsk, ubicada en un terreno elevado en la región de Donetsk, sería la primera ciudad tomada por Rusia desde Avdiivka, al este, a principios de 2024. La mayor parte está en ruinas y solo quedan 1200 de sus habitantes. Expertos militares respaldan las evaluaciones de los funcionarios ucranianos de que es improbable que las defensas de Ucrania colapsen repentinamente en el este, citando sus fortificaciones de primera línea, los drones y la naturaleza fragmentada del asalto ruso a Pokrovsk.

Las tropas rusas han estado avanzando en grupos de seis o menos, según las fuerzas de Kiev, contando con uno o dos soldados para romper las defensas porosas y afianzarse en un edificio.

"Ellos (los rusos) se estaban acumulando en grupos de asalto, filtrándose por todas partes alrededor de nuestras posiciones, porque, como digo, tenemos una escasez crítica de infantería", declaró Lambada, un operador de drones ucraniano que luchó en Pokrovsk.

Konrad Muzyka, analista militar en Polonia, afirmó que Ucrania desplegó rápidamente su Regimiento de Asalto Skelia y sus fuerzas especiales para apuntalar Pokrovsk en agosto, pero los redesplegó a medida que el frente se deterioraba en otras zonas orientales como Lyman y Kupiansk. La preocupación por la magnitud de las reservas de tropas de Ucrania ha surgido periódicamente a lo largo de la guerra, incluso por parte de aliados como Estados Unidos, cuyos funcionarios han instado a Ucrania a ampliar el reclutamiento militar.

El tema es políticamente delicado y el gobierno se ha negado a reducir la edad de reclutamiento de 25 años para proteger a las generaciones más jóvenes del derramamiento de sangre.

¿Y ahora qué sigue?

El plan de paz respaldado por Estados Unidos proponía inicialmente que Ucrania se retirara de la región de Donetsk, donde, según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, Ucrania controla el 20% del territorio. Zelenski declaró esta semana que él y los líderes europeos habían elaborado un plan revisado de 20 puntos, pero que no había acuerdo sobre la cesión de territorio. Se espera que envíen su plan a Washington pronto.

Putin declaró a principios de este mes que Pokrovsk, a la que Rusia llama Krasnoarmeysk en honor al Ejército Rojo de la era soviética, era la plataforma ideal desde la que lanzar ataques en cualquier dirección. Es probable que Rusia planee intentar rodear las "ciudades fortaleza" de Sloviansk y Kramatorsk, al noreste de Pokrovsk, y utilizar la elevación para lanzar drones a mayores distancias, afirmó Muzyka.

Las tropas de Moscú han incursionado recientemente tanto en la región de Zaporizhia, al sur, como en la de Dnipropetrovsk, al este, a pesar de que esta última no es una de las cinco regiones ucranianas anexionadas ilegalmente por Rusia.

Sin embargo, es improbable que se logren avances rápidos. "La forma en que están llevando a cabo las operaciones es increíblemente lenta", afirmó Muzyka a la agencia Reuters. 

Ucrania está enfatizando su voluntad de asegurar una paz "justa", consciente de que Trump ha prometido un rápido fin de la guerra y sus funcionarios han amenazado con recortar el apoyo, como la inteligencia y las armas pagadas por los aliados europeos. Kiev también espera que esos mismos aliados europeos puedan proporcionar más asistencia financiera y militar. Desde agosto, las fuerzas ucranianas han atacado la industria petrolera rusa para intentar reducir los ingresos y generar escasez de combustible. Más recientemente, han atacado barcos que navegan para recoger petróleo ruso en el Mar Negro.

Rusia ha lanzado oleadas de ataques masivos con misiles y drones, causando apagones a gran escala en toda Ucrania y graves daños al sistema eléctrico.

Un alto funcionario de defensa europeo, que pidió no ser identificado, afirmó que la guerra podría continuar algunos años más a menos que un "momento Trump" o un "momento Putin" la detuviera, pero que no creía que Putin tuviera intención de rendirse.