La campaña electoral arranca en Portugal marcada por la polémica en la cuestión migratoria
Una primera tanda de 4.500 personas recibirá la notificación de la Agencia para la Integración, Migraciones y Asilo en próximos días, un anuncio criticado por el resto de partidos por entender que es electoralista y populista.

La campaña para las elecciones legislativas del 18 de mayo en Portugal arrancó este domingo marcada por el anuncio del Gobierno del primer ministro en funciones, el conservador Luís Montenegro, de que cerca de 18.000 inmigrantes irregulares recibirán una notificación para abandonar el país próximamente.
El ministro de Presidencia luso, António Leitão Amaro, explicó el sábado que una primera tanda de 4.500 personas recibirá la notificación de la Agencia para la Integración, Migraciones y Asilo (AIMA) en los próximos días, un anuncio criticado por el resto de partidos por haberlo dado a conocer horas antes del comienzo de la campaña.
Unos 10,8 millones de portugueses están llamados a concurrir a las urnas el 18 de mayo, las terceras legislativas en cerca de tres años en el país, que en los próximos meses también convocará elecciones municipales y presidenciales.
Tanto Montenegro, candidato del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), como el socialista Pedro Nuno Santos, que son los dos favoritos para los comicios, eligieron el norte del país para dar inicio oficialmente a la campaña electoral este domingo.
Montenegro, que lidera la gobernante coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD), comenzó con una caminata en las calles de la ciudad de Bragança, donde, en declaraciones a periodistas, defendió la política de inmigración de su Ejecutivo y pidió el voto para poder continuar con su programa.
Santos optó por la localidad de Ponte de Lima, en Viana do Castelo, donde aseguró que Montenegro está queriendo sacar rédito político de la expulsión de inmigrantes cuando es un proceso que ya existía, y criticó la "incompetencia" del Gobierno tras un año en el poder.
Ha sido común el llamado al voto para lograr mayoría por parte de estas fuerzas políticas, en un momento en el que las encuestas prevén la victoria de la AD en las elecciones del 18 de mayo, aunque sin darle mayoría absoluta.
Los sondeos
El panorama para lograr gobernar adquiere dificultad si se tiene en cuenta que Montenegro ha asegurado en varias ocasiones que no pactará con la ultraderecha, actual tercera fuerza política en el Parlamento.
Un sondeo de la consultora Pitagórica publicado anoche por el medio Jornal de Notícias, la emisora TSF y las televisiones TVI/CNN muestra que la coalición conservadora obtendría el 34,5 % de la intención de voto, mientras que los socialistas recibirían el 27,7 % y el ultraderechista Chega tendría el 15,7 %.
El 70 % de los 810 encuestados cree que AD será la coalición vencedora el 18 de mayo, según el mismo estudio.
Otra encuesta de la Universidad Católica publicada el 29 de mayo por el canal RTP, la emisora Antena 1 y el medio Público también daba la victoria a la AD con el 32 %, mientras que el PS recibía el 26 %. Chega se mantenía una vez más como tercera fuerza en intención de voto con el 19 %.
El Gobierno dimitió en marzo tras perder un voto de confianza en el Parlamento, después de que se diera a conocer la existencia de la empresa Spinumviva, fundada por Montenegro y en manos de su familia, que recibió pagos de otras compañías, como del mayor grupo hotelero y de casinos del país.
Esta misma semana, aumentaron las críticas después de que la prensa portuguesa publicara que el primer ministro en funciones reveló ahora ocho nuevos clientes de la empresa a la Entidad de Transparencia como parte de su registro de intereses, lo que, según los medios, le permitiría que no se supiera hasta el final de la campaña electoral.

Tenso debate
La gestión migratoria y la crisis de vivienda y sanidad fueron precisamente los temas protagonistas, anoche, en el debate entre las ocho mayores fuerzas políticas, todo un arranque de campaña. Este encuentro conjunto entre los líderes de los partidos con representación parlamentaria, televisado por el canal estatal RTP y que se celebra tras varias rondas de debates a dos voces en las últimas semanas, abarcó otros puntos clave, como la crisis política y las perspectivas económicas.
El debate estuvo marcado por las acusaciones lanzadas contra el Ejecutivo del primer ministro en funciones, el conservador Montenegro, y contra el secretario general del Partido Socialista, Santos, por el legado que dejó su formación durante los ocho años que estuvo en el poder.
No se comentaron posibles pactos entre partidos, en un momento en el que varias encuestas muestran que Montenegro, presidente del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), que lidera a su vez la coalición conservadora Alianza Democrática, sería el más votado -sin lograr la mayoría absoluta-, seguido de cerca por el PS. El panorama para gobernar adquiere dificultad si se tiene en cuenta que Montenegro ha asegurado en varias ocasiones que no pactará con la ultraderecha, actual tercera fuerza política en el Parlamento.
El debate comenzó con el señalamiento de Montenegro hacia el resto de partidos, cuando aseguró que si el país va a elecciones es porque el resto de formaciones no le dio su apoyo en la moción de confianza y no por la polémica generada por su empresa familiar Spinumviva.
Tras las afirmaciones de este domingo, el resto de partidos recordó que si votaron en contra de la moción fue porque el primer ministro no dio las explicaciones suficientes, y criticaron sus resultados aportados tras un año en el Gobierno, que ha mantenido en minoría.
La gestión migratoria, que entró en el debate tras el anuncio este sábado del Ejecutivo de que 4.500 inmigrantes irregulares recibirán una notificación para abandonar el país en los próximos días, fue el tema que más elevó el tono de los participantes.
Santos acusó al primer ministro de haber aprovechado un proceso administrativo que ya existía para obtener rédito político y atraer a votantes del ultraderechista Chega, mientras que Montenegro acusó a Santos de la "situación de caos" que dejó su partido y criticó los bloqueos parlamentarios que impulsaron el PS y Chega en el último año.
En lo que respecta a la crisis de vivienda, Mariana Mortágua, del Bloco de Esquerda, criticó al PSD y PS -que defienden que hay construir más- por pedir un "pacto de paciencia" a las personas que necesitan una casa bajo la premisa de que controlar los precios requiere de tiempo: "Las personas están siendo engañadas", alegó.
Sobre la sanidad pública, que afronta falta de medios y profesionales desde hace años, el candidato socialista aseveró que el Servicio Nacional de Salud está "en deterioro" por la gestión de Montenegro. En las cerca de dos horas de debate, Montenegro aseguró que la economía portuguesa está "en un buen momento".
Dijo esto en referencia a los datos oficiales publicados recientemente, que muestran que el PIB cayó un 0,5 % en volumen en el primer trimestre de 2025 en comparación a los tres últimos meses de 2024, pero que en términos interanuales creció un 1,6 %; y abogó por invertir más en las empresas. Por otro lado, Santos aseguró que "esta es otra área en la que Luís Montenegro falló" e inviabiliza su programa electoral, una crítica similar a la de Chega.
Otras cuestiones sacadas por los partidos fueron la necesidad de combatir la violencia doméstica, como propuso el partido animalista PAN; subir el salario mínimo, que actualmente se encuentra en 870 euros; o exigir el alto el fuego "inmediato" y el reconocimiento de Palestina, esta propuesta del comunista Paulo Raimundo.
Unos 10,8 millones de portugueses están llamados a concurrir a las urnas el 18 de mayo, las terceras legislativas en cerca de tres años en el país, que en los próximos meses también convocará elecciones municipales y presidenciales.