No es moco de pavo: lo que se juegan las empresas españolas con los aranceles de Trump
La industria agroalimentaria arriesga 3.500 millones de euros en exportaciones, con el aceite de oliva y la aceituna de mesa entre los productos más golpeados.

Donald Trump ha cumplido su amenaza. Después de tres meses de advertencias, el presidente estadounidense ha anunciado este 2 de abril un paquete de subida arancelaria del 20% a las importaciones de la Unión Europea, junto con otro del 25% sobre todos los vehículos que no se hayan fabricado en Estados Unidos. El mazazo comercial ya ha empezado a rodar.
España, aunque no se lleva la peor parte del castigo —al menos si se compara con Francia o Alemania—, se juega mucho más que unas cuantas partidas de exportación. Más de 27.000 empresas nacionales dependen de un volumen de ventas exterior que roza los 21.000 millones de euros, es decir, más del 1% del PIB español, según datos del ICEX. Como detalla El Periódico, esas cifras se corresponden al año 2023 y confirman que el mercado estadounidense no es ninguna tontería para el tejido empresarial español.
Estados Unidos fue el sexto socio comercial de España entre 2020 y 2023, y el segundo fuera de la UE, solo por detrás del Reino Unido. El volumen de exportaciones españolas bajó en 2023 respecto al año anterior, pero el territorio norteamericano sigue siendo un destino clave para bienes como motores, maquinaria de construcción, motocicletas; las semimanufacturas como pueden ser los químicos, materiales de construcción y, sobre todo, los alimentos y bebidas. La balanza comercial es hoy negativa respecto a EEUU (se importa más de lo que se exporta), después de que en 2024 el déficit aumentara un 6,9 %, hasta 10.013,5 millones de euros, informa EFE.
Ahí es donde aprieta el zapato. La industria agroalimentaria española se la juega fuerte: 3.500 millones de euros en exportaciones que cuelgan de un hilo, según el Ministerio de Economía. Y no es una cifra cualquiera, porque Estados Unidos representa el principal destino fuera de Europa para los productos alimentarios nacionales. En primera fila está el aceite de oliva, con 1.013 millones de euros en ventas, seguido por la aceituna de mesa, que facturó otros 200 millones, de acuerdo con las cifras que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El pasado ejercicio se enviaron 113.416 toneladas de aceite de oliva, frente a los 640 millones de 2023.
El sector vitivinícola también teme lo peor: las exportaciones de vino a EEUU ascendieron a 335 millones de euros, y un arancel adicional podría dar un buen revolcón a las bodegas españolas. De hecho, el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV) ha calificado de "duro golpe" para el sector un arancel que, auguran, "traerá pérdidas a ambas orillas del Atlántico". El mercado vitivinícola estadounidense es fundamental para la sostenibilidad económica de este sector de la UE. "No existe un mercado vitivinícola alternativo que pueda compensar la pérdida del mercado estadounidense", asguró Varvaglione.
Más allá del campo, la industria química-farmacéutica no se libra del golpe. España ocupa el octavo puesto en producción de medicamentos en Europa, con una cuota del 5,4%, y este tipo de productos se sitúa entre los cinco más vendidos fuera de nuestras fronteras. Según los analistas de Bankinter, el varapalo podría traducirse en una caída de ventas del 16,5%.
Además, el segundo producto más vendido a Estados Unidos, y por tanto afectado en mayor medida por los aranceles, son los aceites de petróleo o de minerales, dentro del apartado de combustibles, cuya exportación cayó a la mitad el pasado ejercicio, de 2.028 millones en 2023 a 1.004 millones en 2024, según datos oficiales del Ministerio de Economía.
Desde que comenzó la guerra de Ucrania en 2022, EEUU ha pasado también a ser el primer proveedor mundial de gas natural licuado, si bien el pasado ejercicio España disminuyó su factura del gas con este país de 3.523 a 2.010 millones de euros. Dentro del apartado de productos farmacéuticos, destaca el aumento de la compra de sangre hasta 1.952 millones, frente a los 1.377 millones del año anterior, mientras que los aparatos de óptica y ortopedia sumaron 1.546 millones, frente a 1.466 millones en 2023.
El sector del automóvil vive la noticia con una mezcla de alivio y preocupación. España exporta pocos coches completos a Estados Unidos, así que el impacto directo puede ser limitado. Pero si hablamos de componentes de automoción, la cosa cambia. El 60% de los vehículos fabricados en EE.UU. se montan con piezas hechas fuera del país. En 2023, la industria española de proveedores facturó 41.529 millones de euros, de los que 25.140 millones procedieron de exportaciones. Dentro de ese pastel, Estados Unidos supuso 1.021 millones, un 4% del total.
A ese problema se suma el golpe al acero y al aluminio. España figura entre los diez principales exportadores de acero al mercado estadounidense. La patronal ya ha echado cuentas: las pérdidas podrían alcanzar el 10% de la facturación, es decir, unos 1.100 millones de euros, a causa del arancel del 25% que entró en vigor el pasado 12 de marzo.
Por si fuera poco, el Ejecutivo de Trump decidió añadir leña al fuego poco antes de su comparecencia en los jardines de la Casa Blanca. A partir de este viernes, Estados Unidos aplicará un nuevo arancel del 25% a las latas de aluminio utilizadas para envasar cerveza. Otro golpe más que llega sin previo aviso… y sin margen de maniobra.