Trump pasa de la distensión con Europa: "Debe tener cuidado, va en mala dirección"
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional en la que EEUU augura que Europa se enfrenta a la desaparición de su civilización y prácticamente la tilda de adversario causa una crisis notable, en mitad de negociaciones de aranceles y de Ucrania.
Donald Trump no suelta el bocado. Sigue aferrado a su estrategia de ataque a Europa, por mucho que haya sido un aliado histórico del país que preside, Estados Unidos. En los últimos días, las relaciones entre Washington y Bruselas se han tensionado notablemente, después de que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional norteamericana haya augurado que Europa se enfrenta a un colapso cultural inminente, acusando a la Unión Europea por sus políticas migratorias y respaldando, de paso, a los partidos ultraderechistas del viejo continente.
Este lunes, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, tuvo que salirle al paso, tachando de "inaceptable" la estrategia y recordándole que "si somos aliados, debemos actuar como aliados". Pero al republicano le ha dado lo mismo y, esta madrugada, ha vuelto a la carga: "Europa tiene que tener cuidado, va en mala dirección", ha avisado, en unas breves declaraciones a la prensa. En esta ocasión, hacía referencia a la multa de Bruselas a la red social X, de 120 millones de euros, que ha calificado de "desagradable", pero el bofetón es general.
"Es muy desagradable", dijo el presidente preguntado por los reporteros. "Europa va por mal camino, muy malo para la gente", avisó, ante el castigo a la red social de Elon Musk por incumplir sus obligaciones de transparencia de acuerdo a la ley de servicios digitales comunitaria. "Elon no me ha llamado para pedirme ayuda con eso", dijo, de paso, el mandatario, tras la ruptura de mayo pasado con el que fuera su mega asesor. "No creo que sea correcto. No veo cómo pueden hacer eso. Hablaré de ello más tarde. Voy a obtener un informe completo al respecto. Mira, Europa tiene que tener mucho cuidado al hacer muchas cosas", añadió Trump.
La Comisión Europea (CE) explicó en un comunicado que algunas de las infracciones cometidas por la red social incluyen el "diseño engañoso" de su marca de verificación azul, la falta de transparencia de su repositorio publicitario y la falta de acceso a los datos públicos para los investigadores.
El mandatario aseguró que quiere "mantener a Europa" como socio, pero que esta decisión es algo "muy malo". "No queremos que Europa cambie tanto. Han tomado muy malas decisiones. Esta fue una muy importante", apuntó. La Administración de Trump suele acusar a la Unión Europea de querer "censurar" con sus políticas de regulación de las redes sociales y del discurso de odio, recuerda EFE. En el informe de la polémica, el que marca las directrices de la política exterior del segundo mandato de Trump, la Casa Blanca ya advierte de que la supuesta censura y las políticas migratorias de los países comunitarios supondrán el fin de la civilización europea. Por eso ha usado el caso X para lanzar un nuevo dardo a sus supuestos aliados del viejo continente.
Contra la injerencia
El reproche a la Unión Europea se produce apenas horas después de que hubiera una queja pública contra la injerencia de EEUU los asuntos comunitarios. Sólo los ciudadanos europeos pueden decidir qué partidos deben gobernarlos, vino a decir Costa, que rechaza la visión de la Estrategia norteamericana, que presenta a los aliados europeos como débiles, a la vez que ofrece apoyo tácito a los partidos políticos de extrema derecha.
El documento, elogiado por Rusia -lo cual ya da la medida de lo que contiene-, formaliza por escrito meses de críticas de la Administración Trump a la política de la UE y a las supuestas restricciones a la libertad de expresión, que comenzaron con una conferencia impartida a aliados europeos en Alemania en febrero pasado, por parte del vicepresidente estadounidense J.D. Vance. Fue el primer gran puñetazo contra Bruselas.
Es "bueno" que la estrategia presente a los países europeos como aliados, pero "los aliados no amenazan con interferir en las decisiones políticas internas de sus aliados", declaró Costa ayer. "Lo que no podemos aceptar es la amenaza de injerencia en la vida política europea. Estados Unidos no puede reemplazar a los ciudadanos europeos a la hora de elegir a los partidos buenos o malos", declaró en París, en el Instituto Jacques Delors, un prestigioso centro de estudios, de referencia para conocer cómo funciona la UE. Una valoración complicada, cuando se está afinando el acuerdo arancelario cerrado en verano con la Casa Blanca y cuando están en juego las negociaciones sobre la guerra de Ucrania, en las que se ha escuchado poco a nada a Europa, incluso a Kiev.
Fabian Zuleeg, director ejecutivo del centro de estudios European Policy Centre, ha declarado a la agencia AP que los partidos abiertamente nacionalistas en Europa se verán envalentonados por el documento de estrategia e “intensificarán sus esfuerzos para vaciar la UE desde dentro”. “Las fuerzas liberales proeuropeas necesitan despertar de una vez: el Estados Unidos de Trump no es un aliado, sino un adversario de las libertades y los valores fundamentales de Europa. Su objetivo es reemplazar nuestro sistema democrático con el populismo iliberal ahora arraigado en Estados Unidos”, declara.
La estrategia también critica la libertad de expresión y la política migratoria europeas. Los aliados de EEUU en Europa se enfrentan a la "perspectiva de la desaparición de la civilización", según el documento, lo que genera dudas sobre su fiabilidad a largo plazo como socios estadounidenses.
Sin embargo, Costa negó la mayor y afirmó que la historia de Europa "nos ha enseñado que no se puede tener libertad de expresión sin libertad de información". El exprimer ministro portugués también advirtió que "nunca habrá libertad de expresión si se sacrifica la libertad de información de los ciudadanos por los objetivos de los oligarcas tecnológicos de EEUU".
En declaraciones a la prensa en Berlín, el portavoz del Gobierno alemán, Sebastian Hille, subrayó que "Europa y Estados Unidos están vinculados histórica, económica y culturalmente, y siguen siendo socios estrechos". "Sin embargo, rechazamos el tono parcialmente crítico contra la UE", declaró. "Las libertades políticas, incluido el derecho a la libertad de expresión, pertenecen a los valores fundamentales de la Unión Europea. Consideramos las acusaciones al respecto más como ideología que como estrategia", ahonda.
A Rusia le encanta
Rusia, claro, acoge con satisfacción la nueva visión de EEUU, porque incide en la idea de debilidad y de desunión de Europa, que es uno de sus objetivos esenciales, espercialmente para romper la unidad de acción del bloque en su ayuda a Ucrania, el país soberano que invade desde febrero de 2022.
Esta estrategia de seguridad es la primera del Gobierno desde que el presidente estadounidense Trump asumió el cargo nuevamente en enero. Rompe radicalmente con el rumbo establecido por el gabinete demócrata de Joe Biden, que buscaba revitalizar las alianzas con Washington. Esto ocurre mientras Estados Unidos busca poner fin a la guerra de casi cuatro años de Rusia en Ucrania, un objetivo que, según la estrategia de seguridad nacional, es de vital interés para Washington.
Sin embargo, el texto deja claro que EEUU desea mejorar su relación con Rusia, tras años en los que Moscú fue tratada como un paria global, y que poner fin a la guerra es un interés fundamental para Washington: "restablecer la estabilidad estratégica con Rusia".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado sin dejar lugar a dudas, tras conocer el texto: "Corresponde plenamente a nuestra visión". A lo largo de la guerra -esa que Moscú aún llama "operación militar especial"-, Rusia ha trabajado para crear una brecha entre los aliados de la OTAN, en particular entre Estados Unidos y los principales aliados de Ucrania en Europa. "Si leemos con atención la parte sobre Ucrania, podemos entender por qué Moscú comparte esta visión", declaró Costa. "El objetivo de esta estrategia no es una paz justa y duradera. Se trata únicamente del fin de las hostilidades y la estabilidad de las relaciones con Rusia".
"Todos quieren relaciones estables con Rusia", añadió, "pero no podemos tener relaciones estables con Rusia mientras Rusia siga siendo una amenaza para nuestra seguridad". Altos funcionarios de la UE y oficiales de inteligencia han advertido que Rusia podría estar en condiciones de lanzar un ataque en otra parte de Europa en un plazo de tres a cinco años si derrota a Ucrania.
Hille señaló que "la estrategia no clasifica a Rusia como una amenaza; no compartimos esta evaluación. Nos atenemos al análisis conjunto de la OTAN". Trump y sus homólogos de la OTAN señalaron, en una declaración de la cumbre de junio, "la amenaza a largo plazo que representa Rusia para la seguridad euroatlántica".
Sin embargo, Hille insistió en que «en vista de los grandes desafíos en materia de política de seguridad, la cooperación transatlántica es ahora y será en el futuro de importancia crucial para nuestra seguridad común».