Un analista explica por qué Trump debe empezar por Ucrania para "hacer a América grande de nuevo"
El nuevo presidente de EEUU ha prometido que pondrá fin a la invasión rusa, aunque no da detalles de cómo. Se espera que fuerce a Kiev a ceder territorio, aunque por ahora se inclina por más sanciones contra Moscú.

"La promesa de Donald Trump de un liderazgo estadounidense fuerte debería empezar con Ucrania". Es lo que afirma Arseniy Yatsenyuk, presidente del Foro de Seguridad de Kiev y exprimer ministro ucraniano entre 2014 y 2016. Lo hace en una tribuna en el tanque de pensamiento norteamericano Atlantic Council, publicado este 21 de enero.
A lo largo de su historia, dice EEUU, ha luchado "por la libertad". Desde la Guerra de la Independencia hasta la lucha contra el nazismo, "este compromiso con la libertad ha definido a EEUU en el país y en el extranjero". Es hora de que se repita. "Esto resuena profundamente en los ucranianos, quienes también tienen una larga historia de lucha por nuestra libertad", dice.
"Generaciones de ucranianos han resistido al imperialismo ruso, al nazismo y al terror soviético en una lucha que se remonta a siglos atrás" y ahora, con la ayuda de Washington y "de todo el mundo libre", se está defendiendo "contra el resurgimiento del imperialismo ruso del siglo XXI".
Por eso, dice el autor, "hay una serie de razones muy prácticas por las que el apoyo continuo a Ucrania es beneficioso para Estados Unidos y para el presidente Trump". Y se explica. "Si bien Estados Unidos no está en guerra con Rusia, los rusos creen firmemente que sí lo están con Estados Unidos", recuerda. El presidente ruso, Vladimir Putin, "está decidido a ser más astuto que Trump y ve la invasión de Ucrania como una oportunidad para humillar a Estados Unidos en el escenario mundial".
El objetivo inmediato de Putin es borrar la independencia de Ucrania, pero su meta final es revertir el veredicto de 1991 y "desmantelar todo el orden internacional basado en normas liderado por Estados Unidos", expone Yatsenyuk. "A menos que lo detengan en Ucrania, Putin intentará subyugar a otros países del antiguo Imperio ruso, desde Moldavia y Bielorrusia en Europa del Este hasta Kazajstán y las naciones de Asia Central", augura.
"Si Occidente permite que la actual invasión de Ucrania tenga éxito, los principales beneficiarios serán Rusia y otros regímenes autoritarios como China, Irán, Corea del Norte y Venezuela, junto con una serie de actores deshonestos como Hamás y Hezbolá. Este Eje de Autócratas ya está tomando forma en el contexto de la guerra de Rusia en Ucrania", advierte.
El surgimiento de un "nuevo orden mundial autocrático" sería "desastroso" para los intereses estadounidenses, recuerda a Trump y a su nuevo equipo. "La OTAN quedaría profundamente desacreditada, mientras que los dictadores autoritarios de todo el mundo se envalentonarían. El dólar estadounidense daría paso al yuan chino como moneda global de elección, mientras que muchos socios actuales de Estados Unidos en todo el Sur Global comenzarían a inclinarse cada vez más por Pekín. El impacto sobre la seguridad internacional y la economía estadounidense sería severo", enumera.
De manera "crucial", la victoria de Rusia en Ucrania causaría un daño "irreparable" al prestigio que sustenta el poder estadounidense a nivel global. En 2021, Putin observó ya "con regocijo" la fallida retirada estadounidense de Afganistán. "Ahora está ansioso por repetir el proceso en Ucrania", dice. "El dictador del Kremlin está convencido de que esto destruiría la credibilidad de Estados Unidos, al tiempo que aumentaría drásticamente la influencia rusa en Europa y más allá", expone.
"Los autócratas correligionarios de Putin también sacarían las conclusiones lógicas del éxito ruso en Ucrania y se sentirían alentados a emprender políticas exteriores más agresivas por su cuenta. En poco tiempo, esto socavaría la seguridad de los aliados de Estados Unidos, entre ellos Taiwán, Japón y Corea del Sur".
Trump, dice el artículo sin medias tintas, "tiene la oportunidad de evitar todo esto". ¿Cómo? "Si respalda resueltamente a Ucrania, puede detener el deslizamiento hacia una Tercera Guerra Mundial y restablecer el liderazgo estadounidense en un momento en que la estabilidad internacional se ve cada vez más amenazada por el Eje de Autócratas de Putin".
Es importante para el autor "reconocer el papel desempeñado por el presidente estadounidense Joe Biden" y el respaldo bipartidista de los partidos demócrata y republicano, que han sido "fundamentales" para fortalecer a Ucrania desde 2022. "Al mismo tiempo, está claro que se podría haber hecho mucho más. Como ucraniano, espero sinceramente que la administración Trump vaya ahora más allá", pide.
Como han señalado muchos comentaristas, la ayuda militar a Ucrania es, sin duda, "una de las mejores inversiones en política exterior de la historia de Estados Unidos, ya que socava significativamente las capacidades militares de un adversario clave sin necesidad de tropas sobre el terreno".
Apoyar a Ucrania también "es bueno para la economía". Después de todo, la mayor parte de la ayuda asignada a Ucrania "se gasta en realidad en Estados Unidos, lo que crea empleos en la industria de defensa", recuerda.
La invasión rusa de Ucrania es el tema clave de política exterior que enfrenta la administración Trump. "El resultado de la guerra desatada por Putin hace casi tres años definirá el clima de seguridad internacional durante las próximas décadas. A esta altura, debería ser obvio que no se trata de una disputa menor que se puede resolver mediante el apaciguamiento y el compromiso. Debería ser igualmente evidente que la debilidad occidental solo alienta la agresión rusa".
La apuesta rusa
Mientras algunos dirigentes occidentales siguen dudando, Putin "está adquiriendo confianza y ha apostado todo a la victoria en Ucrania". avisa. Ha puesto a toda la sociedad rusa "en pie de guerra" y está preparando abiertamente a su país "para los rigores de una larga guerra". "Es ilusorio creer que se detendrá a menos que se vea obligado a hacerlo", sostiene el analista.
La colaboración militar entre Moscú y sus aliados autoritarios también se está profundizando a un ritmo que califica de "alarmante". Irán está armando a Rusia con drones y está a un paso de adquirir armas nucleares y miles de tropas norcoreanas están luchando en el frente contra Ucrania, mientras que se acusa a China de proporcionar una ayuda "muy sustancial" a la maquinaria bélica rusa. "Todos estos países están unidos en su deseo de humillar a Estados Unidos y derribar el actual orden internacional", denuncia.
Para frenar a Rusia se necesitan "acciones audaces", lo que significa" introducir y aplicar estrictamente nuevas sanciones que priven a Moscú de los fondos provenientes de las exportaciones de energía que financian la invasión, y presionar a todos aquellos que directa o indirectamente contribuyen al esfuerzo bélico ruso". Al mismo tiempo, es necesario "aumentar significativamente el apoyo militar a Ucrania y levantar las restricciones a la capacidad de defensa de ese país".
"La guerra sólo terminará cuando se garantice la seguridad de Ucrania. Para lograrlo, Ucrania necesita garantías de seguridad férreas que mantengan al país a salvo de nuevas agresiones rusas hasta que pueda unirse a la OTAN. Un Plan Trump inspirado en el Plan Marshall posterior a la Segunda Guerra Mundial y financiado con activos soberanos rusos confiscados puede impulsar la recuperación de Ucrania tras la guerra", reclama.
"Es posible lograr una paz justa y sostenible mediante negociaciones", explica, pero estas conversaciones deberían celebrarse "en un formato de cuatro partes, en el que participarían Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia". En 2014, Yatsenyuk fue uno de los iniciadores de este formato, que se estableció en Ginebra. "La alternativa, con Ucrania sola contra Rusia, significaría la capitulación de Estados Unidos y de todo el mundo occidental", lanza como aviso a navegantes.
"Aunque los partidarios de la realpolitik piden concesiones, en realidad el futuro de la seguridad internacional depende de una firme defensa del orden basado en normas contra la embestida de Rusia. Occidente tiene la fuerza y los recursos necesarios para hacerlo. Todo lo que se necesita es un liderazgo fuerte de los Estados Unidos", concluye.