Las personas que más se están manifestando sobre los ataques de Colonia son quienes complican la vida a las mujeres los otros 364 días del año. Resulta casi ridícula la forma en que ahora pretenden abanderar sus derechos y cómo sueltan chismes sobre las culturas con "estructuras patriarcales". Ellos mismos llevan años propagando el odio hacia las mujeres.
Señores, señoras, por favor... entremos en razón. Los sirios no vienen a quitarnos trabajo, no vienen a aprovecharse de la seguridad social de nuestros países, no vienen a atentar contra nuestra seguridad nacional, no vienen a acosar y violar a nuestras mujeres. ¡Seamos razonables! ¡De verdad alguien se cree el cuento de que, lo único que se sabe de los acosadores de Colonia es que eran "de apariencia árabe o de África del norte"!
Suspendidos en el aire, con los ojos cerrados o la mirada perdida, en posturas incómodas, flotando en un estado de coma laboral y personal por la pérdida de sus puestos de trabajo. Así permanecen los protagonistas de las fotografías de Álvaro Martínez Alonso (Burgos, 1983) que se exponen en Colonia.
La baja natalidad que existe en Alemania, un país que según nos comentan algunos comienza a ser el "geriátrico" de Europa, exige a las autoridades alemanas poner la vista en otros países para captar aquellos trabajadores que les permitan cubrir los huecos que no pueden ser asumidos por los jóvenes alemanes.
Los Migueles atravesaron en 38 horas el camino que separa Cáceres de Wuppertal. Elena, Michel y Javi embarcaron en Alicante en un vuelo con destino a Colonia. Raúl es licenciado en Filología Hispánica. Todos huyen de su país con la esperanza de que Alemania les devuelva la sonrisa que una crisis borró del rostro de toda una generación.