Los líderes reunidos en la cumbre de Bruselas elevan la presión sobre Israel después de que Estados Unidos presentase en el Consejo de Seguridad pidiendo un alto el fuego "inmediato".
El grupo insurgente asegura que lo declina "para llegar a un pacto que haga realidad las demandas e intereses del pueblo palestino". La negociación encalla al no haber podido elaborar y entregar Hamás una lista con los nombres de los rehenes vivos a Israel.
El acuerdo para un alto al fuego, anunciado de momento por fuentes palestinas y egipcias, comprende también la retirada de tropas israelíes en las ciudades gazatíes y la entrada en la Franja de al menos 500 camiones de ayuda humanitaria cada día.
La entrega de los paracaídas responde a la petición del rey Abdalá de Jordania, uno de los promotores de la iniciativa de llevar a cabo lanzamientos de víveres desde aviones para que los gazatíes puedan recibirlos.
El gobierno norteamericano autorizó durante esta semana el lanzamiento de 38.000 paquetes de alimento. Desde Europa miran esta opción con escepticisimo.
"Soy un miembro en activo de la Fuerza Aérea y no voy a seguir siendo cómplice de genocidio", se escucha gritar al militar antes de quemarse a lo bonzo.
El texto, que había sido presentado por Argelia no ha contado con el visto bueno de EEUU, que justifica su posición afirmando que "no es el momento" para llevarla a cabo.
"La ocupación israelí asalta el Complejo Médico Naser y lo convierte en un cuartel militar tras demoler su muro sur", aseguran desde el Ministerio de Salud gazatí. Tel Aviv cumple con los peores pronósticos desoyendo a las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Tras el inicio de las operaciones israelíes en el último enclave palestino sin invadir, fronterizo con el territorio egipcio, El Cairo dibuja su línea roja. No permitirán que presionen a los palestinos para que crucen desde la Franja.