'Otro día de EEUU en la ONU': veta el alto al fuego en Gaza y ataca al informe del "genocidio"
La misma diplomacia 'made in USA' que cierra filas con el relato de Israel: además del enésimo bloqueo unilateral a una tregua en la Franja, también descalifica, desacredita y niega la investigación del organismo de Naciones Unidas. "Hace tiempo que se debería haber eliminado [la comisión] y puesto fin a su caza de brujas antisemita", dicen, mientras Tel Aviv habla de repartirse el enclave como una promoción inmobiliaria.

Diplomacia estadounidense en estado puro y una imagen para la historia (de la infamia). La de un solo brazo levantado. En tan solo una jornada, EEUU ha vuelto a dejar claro en la Organización de Naciones Unidas (ONU) su cierre de filas con Israel, con su relato y, por ende, con la campaña militar que en estos momentos se centra en la invasión terrestre de la capital de la Franja de Gaza y el desplazamiento forzoso de cerca de medio millón de civiles. Por quinta vez y empleando su derecho a veto en el Consejo de Seguridad -privilegio con el que cuentan Rusia, China, Reino Unido y Francia-, Washington ha bloqueado un proyecto de resolución que reclamaba un alto el fuego.
No era una tregua cualquiera. Ese alto al fuego sería inmediato, incondicional y permanente, pero la clave es que también sería vinculante para la parte israelí y la palestina. EEUU, en idéntico reflejo de otras veces que esta cuestión ha llegado al Consejo de Seguridad -la última, el 4 de junio, aún con Joe Biden-, se ha quedado solo en su rechazo. Para comprender esa soledad hay que recordar que el máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas cuenta con 15 miembros permanentes y 10 rotatorios. Estos últimos son los que habían presentado el proyecto de resolución: Argelia, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, República de Corea, Sierra Leona y Somalia.
"Nuestra oposición a esta resolución no será ninguna sorpresa", adelantó, acertadamente, la representante estadounidense en el Consejo de Seguridad, Morgan Ortagus, en las explicaciones previas a la votación. Quizás no haya tanto consenso internacional en si esa "oposición" está debidamente argumentada. Según Ortagus, la propuesta que desecharon "no condena a Hamás ni reconoce el derecho de Israel a defenderse, y legitima erróneamente las falsas narrativas que le benefician y que lamentablemente han encontrado eco en este consejo". Y es que EEUU ha vetado una tregua cinco veces en este órgano, pero lleva 50 resoluciones críticas contra Israel que ha detenido.
Pero cabe destacar que esa proposición también incluía la liberación de todos los rehenes en manos de Hamás o de otras milicias palestinas. Y obligar a Israel a la correcta distribución de la ayuda humanitaria. Es decir, sí condenaba las acciones del grupo islamista. Pero Ortagus dio pistas de que no es el rumbo que la Administración Trump -la misma que propone crear una proyecto urbanístico de lujo en Gaza- quiere seguir en el marco de la invasión israelí: "Estados Unidos nunca aceptará esto. El presidente Trump nunca lo aceptará".
De votar en la ONU en contra de parar un "genocidio" a rechazar el informe de la ONU que prueba el "genocidio"
No es la única posición respecto al conflicto árabe-palestino que ha protagonizado EEUU en la madrugada de este viernes. Y tiene mucho que ver con la votación que ha tumbado en el Consejo de Seguridad. La misma representante estadounidense, Morgan Ortagus, ha cargado en múltiples frentes contra el informe publicado por una comisión independiente de la ONU que determina que Israel está cometiendo un "genocidio" en la Franja de Gaza. Lo ha desprestigiado, lo ha negado y ha asegurado que va en contra de las normas de la propia ONU.
Según Washington, todas las pruebas contenidas en dicha investigación responden a "mentiras" de Hamás y sirven de explicación de por qué EEUU se salió del Consejo de Derechos Humanos. Según Ortagus, por la "bancarrota moral" que se ejemplifica en el informe. "Consideramos que se trata de un informe difamatorio que carece de credibilidad. Presenta mentiras y distorsiones en beneficio de Hamás", expuso.
No se quedó solo en atacar y desprestigiar el informe, también defendió que hay que eliminar a la agencia que lo ha elaborado: "Hace tiempo que se debería haber eliminado [la comisión] y puesto fin a su caza de brujas antisemita". Pero, ¿quién está detrás del informe? La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU está presidida por la misma persona que estuvo al cargo del Tribunal Penal Internacional que se creó tras el genocidio en Ruanda: Navi Pillay. Además, es una figura de prestigio y consenso en la materia a escala internacional, al parecer, con la excepción de EEUU.
En términos generales, ¿qué dice el informe desprestigiado por Ortagus? Resuelve que "las autoridades y fuerzas de seguridad israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas". ¿Cuáles son estos actos? Matar, causar daños graves físicos o mentales, infligir deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción de parte o de la totalidad de los palestinos, así como obstaculizar con sus acciones que se produzcan nacimientos.
Más allá de los debates jurídicos o técnicos que acompañan a la publicación del informe, lo cierto es que Israel ha asesinado a, al menos, 67.000 palestinos en la Franja -investigadores creen que la cifra real es exponencialmente mayor, de 680.000 víctimas mortales-. También en cifras oficiales, del Ministerio de Salud gazatí, hablamos de unos 165.697 heridos (al menos 40.500 niños y 19.000 mujeres con incontables mutilaciones o secuelas psicológicas). Y el mismo Gobierno de Israel que ya antes del 7-O prohibía la entrada de incubadoras para bebés o que ha entrado en Ciudad de Gaza bombardeando el último hospital pediátrico también ha hablado sin tapujos de un plan que incluye el desalojo de más de un millón de palestinos de la Franja. Con propuesta para enviarlos a otros países.
