Las 48 horas que trastocaron las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela

Las 48 horas que trastocaron las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela

Después del asilo político a Edmundo González y que el Congreso instara al Gobierno a su reconocimiento como presidente venezolano, el régimen de Maduro ha pasado a la ofensiva, amenazando con romper hasta las conexiones comerciales.

Pedro Sánchez recibe a Edmundo González en MoncloaPool MoncloaEFE

Unas 48 horas bastante convulsas. Pese a que el Gobierno de España se muestra tranquilo y evita hablar de una crisis diplomática con Venezuela, el régimen de Nicolas Maduro sigue poniendo palos en las ruedas en las relaciones con España y continúa amenazando con romper las relaciones bilaterales.

Ni el "¿por qué no te callas?" que el rey emérito Juan Carlos I dedicó en 2007 a Hugo Chávez levantó tantas ampollas como lo ha hecho el asilo político a Edmundo González y la posterior petición del Congreso a Moncloa de reconocerle como presidente legítimo del país americano.

Aunque la marcha del candidato de la oposición del país parecía ser una buena noticia para el régimen de Maduro, con el paso de las horas, las advertencias han cruzado el Atlántico de forma constante.  

Todo saltó por los aires cuando el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, elevó el tono y no dudó en pedir a los representantes españoles que "se vayan de aquí todos" tras la decisión del Congreso de los Diputados español.

Miércoles por la noche: una "declaración de guerra"

Mientras que las dudas internacionales respecto a la limpieza de las elecciones venezolanas se multiplican, el dirigente del Parlamento del país americano decidió dinamitar la situación, con palabras de lo más gruesas.

"Este es el atropello más brutal del reino de España contra Venezuela desde los tiempos en que luchamos por nuestra independencia", aseguró. Pero la cosa no quedó ahí, aseguró que la postura de la Cámara Baja española "es equivalente a una declaración de guerra".

En ese momento, Jorge Rodríguez decidió lanzar una pregunta tras considerar que no respetan al pueblo venezolano ni al gobierno de Maduro. "¿Qué necesidad tenemos nosotros de tener relaciones diplomáticas?", cuestionó.

Aprovechó su discurso ante la Asamblea Nacional para atacar a los 177 diputados que votaron a favor de reconocer como presidente a Edmundo González. "Representantes de lo más rancio de la ultraderecha. La Constitución española, una Constitución negociada con el franquismo, llena de elementos que preservan a uno de los regímenes más asesinos, más brutales, más fascistas que haya conocido la historia de la humanidad", criticó.

Jueves por la mañana: reunión de Sánchez y Edmundo

La primera reacción del Gobierno a las palabras de Jorge Rodríguez llegó en forma de escena. Nada más regresar de su viaje institucional a China, Pedro Sánchez se reunió en la Moncloa con Edmundo González tras la petición del Congreso.

En el encuentro, el líder del Ejecutivo le trasladó al candidato opositor venezolano que España está trabajando "en favor de la democracia y el diálogo" en Venezuela y se volvió a mostrar a favor de que Maduro publique todas las actas de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. 

  Edmundo González y Pedro Sánchez paseando por Moncloa.Anadolu via Getty Images

En un comunicado que hicieron público al final de la reunión, Edmundo González defendió ante Sánchez que seguirá luchando para "hacer valer la voluntad soberana" del pueblo de Venezuela.

El candidato opositor aseguró este jueves que mantuvieron una "muy grata e interesante conversación" y que aprovechó para ratificar al presidente del Gobierno su "determinación de continuar la lucha por hacer valer la voluntad soberana del pueblo venezolano expresada el 28 de julio por más de 8 millones de electores".

Jueves por la tarde: el Gobierno llama a la "tranquilidad"

Los términos usados por el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela no han sido suficientes para que desde la Moncloa se hable de una crisis diplomática con el país americano.

La primera reacción pública, de la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, fue la de asegurar que el Gobierno tiene por objetivo "trabajar siempre para mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano".

En declaraciones a los medios de comunicación, defendió que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, le había trasladado que la Embajada española en Caracas "está trabajando con absoluta normalidad".

A lo largo del jueves, otras voces del Gobierno enviaron el mismo mensaje, tratando de relajar las tensiones. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, hizo un mensaje a la "tranquilidad" y pidió evitar "especulaciones". De hecho, fuentes gubernamentales aseguraron a Europa Press de que no tienen constancia de preocupación entre las empresas españolas.

Jueves por la noche: Robles llama "dictadura" al régimen de Maduro y Venezuela convoca al embajador español

Mientras todo el Gobierno trataba de que las aguas volvieran a su cauce, la ministra de Defensa, Margarita Robles, habló de la situación diplomática con el país americano y no dudó en tildar de "dictadura" al régimen de Maduro.

En su intervención durante el acto de presentación de la novela de Julia Navarro El niño que perdió la guerra, hizo referencia a los totalitarismos e hizo un inciso bastante contundente. "Recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país, precisamente por la dictadura que viven", expresó la ministra de Defensa.

Unas palabras que han servido para echar más leña al fuego y que han desembocado en la reacción inmediata del ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil. En la madrugada de este viernes, ha decidido convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, y de llamar a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, que ya ha salido del país, como respuesta a las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de Robles.

Viernes por la mañana: Albares respeta la "soberana decisión"

La decisión del régimen de Maduro tensiona aún más las relaciones bilaterales. Pese a ello, Albares ha evitado hablar de crisis diplomática este viernes y ha expresado su respeto al anuncio. "Son decisiones soberanas de cada Estado. Yo lo he hecho en varias ocasiones. No hay nada que comentar", ha señalado en una entrevista en RNE.

El PP ha aprovechado las amenazas de Venezuela para cargar contra el Gobierno y tratar de pescar en río revuelto. El vicesecretario de Internacional de los populares, Esteban González Pons, ha pedido a Moncloa que retire al embajador de España y ha criticado que sí lo hiciera con el de Argentina o Israel. "Aunque Sánchez no lo vea, es una dictadura", ha señalado.

Mientras la tensión va a más, Edmundo González ha charlado este viernes con dos expresidentes españoles. Primero se ha visto con Mariano Rajoy y, horas más tarde, se ha reunido con Felipe González.

Todavía sigue siendo un misterio lo que ocurrirá en el próximo capítulo diplomático entre Venezuela y España, pero visto el clima que se ha generado en los últimos dos días, el régimen de Maduro es el que sigue teniendo el balón en su tejado para definir el devenir de las relaciones bilaterales con su "país hermano".

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Sergio Coto es redactor en El HuffPost. Nació en Madrid, en 1995, y estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar a El HuffPost, trabajó como redactor en '20 Minutos', 'El Mundo', 'La Sexta', 'Bankinter' y 'El Plural'. Puedes contactar con él en sergio.coto@huffpost.es