El PP mejora en Extremadura pero un Vox reforzado seguirá siendo llave de Gobierno
El último sondeo del Instituto 40dB. para 'El País' y la Cadena SER da la presidencia, de nuevo, a la conservadora María Guardiola y constata un descalabro histórico del PSOE: puede ceder un 11% de votantes al PP y un 14,5% a Unidas por Extremadura.

Una tras otra, las últimas encuestas para las elecciones autonómicas de Extremadura, que se celebrarán el próximo 21 de diciembre, muestran una clara ventaja del Partido Popular (PP), liderado por la actual presidenta, María Guardiola, aunque con la necesidad probable de pactar para alcanzar la mayoría absoluta. Con Vox, visto que no hay sintonía con otras formaciones. La mayoría absoluta se aleja, pero la victoria es suya.
Es lo que constata en la mañana de este lunes el último sondeo del instituto 40dB. para El País y la Cadena SER, que insiste en augurar una victoria de los conservadores, que mejoran en la región, pero no llegan a la mayoría absoluta que les permitiría gobernar en solitario. La ultraderecha de Vox, nuevamente, sería su muleta, también al alza. Es el PSOE el que se hunde hasta niveles históricos en una comunidad con un largo pasado socialista: el PP y Unidas por Extremadura son los que reciben ahora parte del trasvase de votos.
Vamos con los datos: el PP podría ganar dos escaños más de los que tiene ahora, hasta 30, a tres de la mayoría absoluta, pero sigue necesitando a los de Santiago Abascal, que casi dobla su presencia en el parlamento autonómico, con nueve diputados. Guardiola se vería así atrapada en la misma situación que la empujó a convocar elecciones, cuando debían tener lugar en dos años, después de que los ultras presentaran una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos.
La otra opción que queda a los conservadores es gobernar en minoría y buscar la abstención o hasta el apoyo puntual de las izquierdas, poco factible vista la polarización actual.
La encuesta apunta a que el PSOE sufrirá un descalabro en un territorio que gobernó durante 32 años: entre 2015 y 2023 con el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara, y entre 1983 y 2007 con Juan Carlos Rodríguez Ibarra. La estimación de voto de los socialistas para los comicios del próximo domingo se sitúa en 21 escaños, siete menos de los que tienen ahora en la Asamblea extremeña, lo que supondría una pérdida de votos de casi nueve puntos porcentuales (del 39,9% al 31,2%).
El espacio a la izquierda del PSOE, con la candidatura de Unidas por Extremadura, la coalición integrada por Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, mejoraría en dos puntos porcentuales su resultado de 2023, lo que se traduce en la previsión de obtener un escaño más (hasta 5). La encuesta (800 entrevistas online) se realizó entre los pasados 5 y 12 de diciembre, un momento de enorme tensión para el socialismo, tanto en lo regional como en lo nacional.
Sumar o aguantar
Si hablamos de coaliciones, los extremeños se muestran divididos sobre qué modalidad de Gobierno prefieren. En primer lugar (22,2%) se sitúa la opción de un Ejecutivo del PP en solitario, seguido de un Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos-IU-AV (18,1%); una coalición entre el PP y Vox (17,6%); un gobierno del PSOE en solitario (12,6%) y una alianza entre el PP y el PSOE (7,8%), si bien, hasta un 12% responde que no lo sabe y un 10,2% afirma que no tiene preferencias por uno u otro.
Por votantes, la opción preferida del electorado del PP (62%) es un gobierno de su partido en solitario, a mucha distancia de la segunda, una coalición con Vox (20,3%) y de la tercera, una alianza con el PSOE (8,5%). Entre el electorado del PSOE las opciones favoritas, en empate técnico, son un gabinete de los socialistas en solitario (37%) y en coalición con Unidas por Extremadura (36,5%). La alianza con el PP es señalada por un 10,6%. Los apoyos de Vox optan por un ejecutivo con el PP (76,1%) y los de la alianza Podemos-IU-AV se decantan por una coalición con el PSOE (82,6%) y como segunda opción, a mucha distancia (11,1%), al PP en solitario.
Menudo baile
Hay un baile importante de "fugas y transferencias de votos", dice el sondeo, respecto a las últimas elecciones. Así, los socialistas solo retendrían el 58,6% de sus papeletas de entonces porque casi un 11% de sus votantes de 2023 pueden decantarse ahora por el PP y un 14,6% por la coalición de Podemos-IU y Alianza Verde. Otro 10% se declara indeciso. El PP tiene una fidelidad mayor (77,6%), pero corre el riesgo de ceder un 12% de sus votos a Vox, el partido que más votantes retiene (81,3%)y que captaría, a su vez, un 9% de papeletas que en 2023 fueron para los populares.
El espacio a la izquierda del PSOE conservaría al 79,8% de sus apoyos de los últimos comicios y captaría otro 6,9% de votantes del PP y un 3,1% del PSOE. El partido mejor situado para sacar votantes de la abstención (11,5%) es Vox, expone el diario del Grupo Prisa.
¿Y cómo valoran los ciudadanos los dos años de gestión del Gobierno presididos por Guardiola? Aunque la den por ganadora los números, el grupo mayoritario, un 38,7%, responde que "regular"; al 29,5% le parece "buena" o "muy buena" y al 27,1% "mala" o "muy mala". "Esa valoración es mucho peor a la hora de puntuar al Ejecutivo central: hasta un 53,5% señala que le parece mala o muy mala", abunda esta radiografía de situación.
¿Bien, mal o regular?
Como era de esperar, los votantes más contentos con la gestión de Guardiola son los del PP (58,5% creen que lo ha hecho bien o muy bien), pero casi el 32% de los que la votaron en 2023 opina que su desempeño ha sido "regular". La candidata popular, además de no convencer por completo a sus seguidores, genera "rechazo" en el electorado de Vox: el grupo mayoritario (39,6%) es el que califica su actuación de "mala o muy mala" y hasta un 39,1% la deja en "regular".
Por su parte, el electorado de Unidas por Extremadura es el más crítico con la dirigente popular: el 67,6% cree que lo ha hecho mal o muy mal, mientras que ese porcentaje baja al 38,4% entre los votantes del PSOE, que opta mayoritariamente (42,5%) por calificar su gestión de “regular”. A la hora de juzgar la gestión del Gobierno central, hasta un 20% de votantes del PSOE creen que ha sido mala o muy mala y solo un 39,3% la valoran positivamente.
Candidatos desenfocados
A las puertas de la cita con las urnas, el nivel de conocimiento de la actual presidenta y candidata del PP entre la población es casi 14 puntos superior al del aspirante socialista, Miguel Ángel Gallardo, procesado en el caso por la contratación de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, por parte de la Diputación de Badajoz-el juicio comienza el próximo 9 de febrero-.
Apenas el 55% conoce a la candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, y solo el 34,1% sabe quién es el de Vox, Óscar Fernández. De hecho, en la cartelería electoral del partido de extrema derecha abundan retratos del líder, Abascal, y la formación, al igual que en otros territorios, plantea una campaña muy centralista, con un programa común centrado en la mano dura contra la inmigración y las críticas a las políticas medioambientales.
Preguntados por cuáles son los principales problemas de la región, los extremeños colocan en primer lugar la inflación y el coste de la vida, seguido de la sanidad y la calidad de los servicios públicos, el paro, las infraestructuras y el transporte; las desigualdades sociales; la vivienda; la financiación autonómica y la despoblación. El cambio climático y la inmigración aparecen en las últimas posiciones de la lista de preocupaciones.
¿Y quién saca mejor nota? La mejor puntuada entre la población es la popular Guardiola, con un saldo positivo entre los que tienen una opinión mala o buena de ella; seguida de la aspirante de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel. El peor calificado es el candidato socialista, con un 53,6% de valoraciones malas o muy malas. Óscar Fernández, de Vox, obtiene un saldo negativo. Por electorados, el 79,4% de los votantes del PP valora como buena o muy buena a su candidata, mientras que solo el 51,6% de los socialistas califica en positivo al suyo, Gallardo.
