El obispo de Málaga critica la "virulencia" de los medios en el caso del cura abusador
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El obispo de Málaga critica la "virulencia" de los medios en el caso del cura abusador

Su diócesis, al conocer la denuncia de la pareja del religioso, sólo lo trasladó de parroquia. Insiste en que no conocía el contenido de los vídeos, en los que aparecen mujeres narcotizadas sometidas a abusos sexuales. 

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, en un acto de Unicaja, en 2007.Francis Gonzalez / SOPA Images / LightRocket via Getty Images

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha roto su silencio en el caso del llamado padre Fran, asegurando que actuó con "recta conciencia" ante este sacerdote, ahora preso por abusar sexualmente de al menos cuatro mujeres. El obispo también ha acusado a algunos medios de comunicación de haberse comportado con "virulencia" contra la Iglesia.

Una semana después de que se conociera la detención de un cura de la Diócesis de Málaga por abusos sexuales a varias mujeres, a las que presuntamente drogó y grabó, el obispo ha publicado una carta pastoral en la que muestra su "repulsa y condena más profunda" ante un caso que ha "consternado y escandalizado" a la diócesis.

Desde el Obispado, asegura Catalá, han estado "atentos para responder a las primeras reacciones de la sociedad, que ha recibido esta noticia con gran alarma social". "Hemos estado acompañando a los sacerdotes más implicados en los hechos, sobre todo a los párrocos donde ejerció el acusado, que han tenido que soportar la virulencia de algunos medios de comunicación, cuya reacción ha sido muy dura contra la Iglesia", afirma Catalá.

El obispo explica que, desde el primer momento en que se conocieron los hechos, la Iglesia ha tratado siempre de actuar "con recta conciencia", para hacer, en la medida de sus posibilidades, "todo el bien posible".

Por ello, añade, la Diócesis ha publicado "notas de prensa clarificadoras" y ha decidido personarse en el caso en calidad de acusación particular. Además, ha iniciado el procedimiento para la expulsión del estado clerical del sacerdote acusado.

Sin embargo, lo que ha trascendido es que la pareja del cura, en Melilla, acudió a ellos antes que a la policía para contarles que había encontrado un disco duro lleno de imágenes de los abusos y, aunque los religiosos le recomendaron denunciar, ellos no tomaron más cartas en el asunto que trasladar al aludido, sin abrir una investigación propia. Argumentan que ellos no sabían del contenido de esas imágenes delictivas

Añade el prelado en su texto que ahora necesitan tiempo "para asimilar los hechos acaecidos" y afrontar el presente y el futuro de la Diócesis: "Aún no hemos podido serenar las turbulentas y embravecidas aguas que nos cercan".

Jesús Catalá cree que el conjunto de los sacerdotes de la diócesis saldrá "más reforzado y unido de esta dura prueba" y afirma que "la misericordia de Dios es infinita y perdona todas nuestras culpas".

"El pecado, aunque sea un gran daño moral, no tiene la última palabra", sostiene el obispo, que pide perdón "por el propio pecado" y por lo que no haya hecho bien la comunidad cristiana, "por ignorancia o por falta de vigilancia".

"Y pedimos perdón especialmente por los pecados de violencia y de abuso contra la mujer. Pedimos también por los privados de libertad, por el sacerdote detenido y por los voluntarios de prisiones que los acompañan", señala el prelado en su escrito. 

Quién es el padre Fran

Francisco Javier Cuenca Villalba, el padre Fran, tiene 33 años y su vida ha estado siempre marcada por la religiosidad de su entorno. Tiene un hermano mayor y su madre fue monja clarisa en la localidad de Vélez Málaga, de donde procede la familia. Desde los dieciocho años Fran fue fraile trinitario y en 2016 se ordenó sacerdote. En agosto de 2017 lo nombraron vicario parroquial de Álora y párroco de Ardales y Carratraca, en la provincia de Málaga. En diciembre de 2018, fue designado capellán de los Colegios Diocesanos San José Obrero y San Julián, en Málaga, y San Juan Pablo II, en Alhaurín De La Torre. Y en julio de 2021 lo nombraron párroco de Santa María Micaela de Melilla y capellán del centro penitenciario de la ciudad autónoma.

El padre Fran mostró un par de debilidades mundanas: su afición por la bebida y por las mujeres. Cuando era párroco en Ardales comenzó una relación con una mujer del pueblo, que se prolongó varios años, hasta su traslado a Melilla, donde inició un nuevo noviazgo con una mujer muy devota del Cautivo y estrechamente vinculada a la parroquia y las cofradías. Esta mujer será quien destape el escándalo que ha acabado con el padre Fran en la prisión malagueña de Alhaurín de la Torre.

En diciembre del año pasado, esta mujer encontró casualmente un disco duro en el domicilio del sacerdote. Ella pensaba que allí había series o películas, pero lo que halla son cientos de fotografías y vídeos de mujeres inconscientes, inertes, victimas de toda clase de agresiones y abusos sexuales. En las imágenes se distingue perfectamente al autor de estas vejaciones.