En España hay un tipo de aceite que está maldito y desde hace unos meses la Unión Europea (UE) permite que pueda aparecer de repente en el pan. Se trata del aceite de colza.

En el año 1981, un aceite de colza industrial provocó la mayor crisis sanitaria que se recuerda en España. 3.800 personas murieron y más de 20.000 afectadas y 44 años después sigue sin despegar.

En aquella ocasión, ese tipo de aceite no era apto para el consumo humano, pero el aceite de colza normal se ha convertido en el tercero más consumido en España y no es para nada tóxico, pese a la mala fama que cogió.

Hoy en día se utiliza para la alimentación animal y hay una empresa, Ferm Food, a la que se le ha permitido introducirlo en algunos de los alimentos que produce, como el pan y los pasteles de centeno.

Jytte Nissen Lund Kruse, copropietaria de Vadehavsbageriet en Vester Vedsted, ha destacado que le gusta la idea de que "en realidad se trata de un producto de desecho que, a través de la fermentación, se convierte en una materia prima que puede utilizarse en alimentos".

Según informa el medio danés DR, la compañía ha recibido permiso de la autoridad de seguridad alimentaria de la UE para utilizar torta de colza en la alimentación humana. De hecho, la Comisión Europea autorizó la comercialización en enero.

"La Decisión de Ejecución 2013/327/UE de la Comisión (2) autorizó la comercialización de alimentos que contienen o están compuestos por colzas oleaginosas modificadas genéticamente Ms8, Rf3 y Ms8 × Rf3 o de alimentos y piensos producidos a partir de colzas oleaginosas modificadas genéticamente Ms8, Rf3 y Ms8 × Rf3", explicó.

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