Hay una función desconocida del pequeño agujero que hay en los candados e influye de forma importante en su seguridad. Se trata de un elemento clave en su funcionamiento general.

El pequeño agujero suele estar colocado en la parte inferior y aunque puede parecer algo estético, para nada lo es. Se trata de un tipo de mecanismo que sirve como drenaje. Al estar en el exterior, suele estar en contacto con la lluvia.

Para proteger el candado, el agujero sirve para evacuar agua y que así no se almacene en el interior, oxidándolo. De esta manera, evita que el líquido esté en el interior y su funcionamiento sea seguro.

Pero también sirve para algo más. El polvo, el óxido o la meteorología acaba envejeciendo al candado. Pero gracias a este agujero, se puede introducir aceite o lubricante directamente en este orificio.

En el caso de no tener la llave, también puede servir para desbloquear el candado en caso de emergencia y así poder abrir lo que hay en el interior. Para ello hará falta una llave especial que permite hacer el desbloqueo.