El PSOE echa humo por la malversación: "Nuestra propia gente no lo entiende”

El PSOE echa humo por la malversación: "Nuestra propia gente no lo entiende”

Ministros, barones y diputados socialistas, enzarzados en la reforma de este delito.

Lambán, García Page, Puig y Fernández Vara, en un acto institucional.Europa Press News via Getty Images

Teresa Ribera protagonizaba una de las fotografía más destacadas de las últimas horas, en Bruselas, rodeada por sus homólogos comunitarios en materia energética mientras ella hablaba. Un ejemplo más del peso internacional de España, según Moncloa. Se negociaba el tope del gas y la vicepresidenta ponía en valor la excepción ibérica. Poco ocupó este hecho en la actualidad política nacional, marcada por la reforma del delito de malversación, la exigencia de ERC de un referéndum y el enorme incendio político en las filas socialistas.

Nuevamente, el ruido fue mucho más intenso que los logros que trata de vender el Ejecutivo. Este miércoles, España cosechó un ahorro récord gracias a la excepción ibérica mientras los precios de la electricidad se descontrolaban en Europa, según un informe de eldiario. Pero en los pasillos del Congreso pasó completamente desapercibido. Los móviles de los diputados echaban humo con las declaraciones los barones criticando a Pedro Sánchez, los ministros intentaban como podían no echar más leña al fuego y en privado la preocupación iba en aumento.

El PSOE es un auténtico hervidero. Otra vez. Como prácticamente todos los días desde hace semanas. Pero barones y altos cargos creen que con la malversación se ha vivido un punto de inflexión porque “estamos hablando de corrupción”, la razón por la que Pedro Sánchez presentó una moción de censura a Mariano Rajoy y llegó a Moncloa. Un día después del bombazo de Emiliano García-Page, desde su Gobierno se reafirmaron en cada una de sus palabras contra el presidente y se sumaron a las críticas Javier Lambán y otros tantos líderes regionales.

Destacados cargos socialistas empiezan a dudar de que se cumpla la tesis de Moncloa de que “todo se va a olvidar” con el paso de las semanas y que las polémicas que acechan al Ejecutivo no tendrán consecuencias negativas electoralmente

No se espera brecha alguna a la hora de votar por parte de los diputados socialistas. El grupo parlamentario vigilará con celo que ninguno rompa la disciplina de voto. Si bien, algunos parlamentarios sí deslizan en privado su sintonía con los barones díscolos y muestran su preocupación. “Nuestra propia gente no lo entiende”, según el diagnóstico más coincidente. “Son las cenas de Navidad y la tensión es grande”. El aviso de la Fiscalía Anticorrupción de que la reforma de Sánchez podría beneficiar a condenados por corrupción multiplicó la sensación de zozobra.

El incendio político, comprobado como pocas veces antes en los pasillos de la Cámara Baja, pilló a Sánchez de viaje oficial a Bruselas. Se paró brevemente ante los medios de comunicación para poner de relieve los precios de la electricidad en España y que la inflación se haya moderado hasta el 6,8% en septiembre. Si bien, fue escuchar el nombre de Page y dio por concluido el canutazo. Su entorno, después de horas de silencio, admitió eso sí la evidencia: el enfado del presidente con el líder castellano-manchego es enorme.

Con todo, destacados cargos socialistas empiezan a dudar de que se cumpla la tesis de Moncloa de que “todo se va a olvidar” con el paso de las semanas y que las polémicas que acechan al Ejecutivo no tendrán consecuencias negativas electoralmente. A saber, en el entorno del presidente creen que la malversación se olvidará como los indultos y que, al final, la economía y las ayudas a los más vulnerables serán la clave para ganar los comicios. “Nuestras medidas están funcionando y pondremos el énfasis en ellas a partir de enero”, repiten.

Pero barones y altos cargos creen que con la malversación se ha vivido un punto de inflexión porque “estamos hablando de corrupción”, la razón por la que Pedro Sánchez presentó una moción de censura a Mariano Rajoy y llegó a Moncloa

Para rematar otro miércoles negro para el PSOE, ERC lejos de ayudar subió la apuesta y volvió a reclamara un referéndum en Cataluña. El Ejecutivo lo rechazó en los términos más contundentes aunque Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, abogó por una consulta pactada en su comunidad “pero no sobre la independencia”, lo que generó aún más confusión incluso en las estructuras de su propio partido.

“Lo de Illa es lo que dice siempre, no habrá referéndum de autodeterminación”, zanjaron desde el Gobierno formalmente. Pero el PP replicó: “También dijeron que no habría indultos ni reformas de la sedición y la malversación”. “Tengo pocas dudas de que habrá referéndum”, en palabras de Alberto Núñez Feijóo, que solicitó una vez más un adelanto de las elecciones generales.

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Corresponsal político de El HuffPost.