Espías belgas revelaron el Qatargate al ver "injerencias" peligrosas para la seguridad nacional

Espías belgas revelaron el Qatargate al ver "injerencias" peligrosas para la seguridad nacional

El diario 'De Staandard' sostiene que los servicios de Inteligencia han trabajado con otros cinco países europeos, que la materia es "ultrasensible" y apenas se sabe una parte.

Eva Kaili y Pier Antonio Panzeri.Getty Images

El Qatargate sigue dejando titulares preocupantes: después de que ayer se apuntara a una extensión del caso a Marruecos, ahora se sabe que el origen de la investigación no fue financiero ni puramente judicial, sino que se encuentra, hace meses, en los servicios secretos de Bélgica. ¿Por qué? Porque sospechaban que había “injerencias extranjeras” en procesos de decisión legislativos. Directamente, es un caso de seguridad nacional.

Lo ha desvelado el diario De Staandard, que informa de que el proceso no viene de este año, como se creía, sino que desde principios de 2021 se investigan estas presiones exteriores en cooperación con otros cinco servicios secretos europeos, de estados que aún no se ha desvelado. Las indagaciones son “ultrasensibles”, detallan.

En la información de este medio en neerlandés se explica que los agentes de Inteligencia belgas entraron clandestinamente en la vivienda del exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, ahora al frente de la ONG Fight Impunity, y que sigue detenido. Allí se encontraron entre 600.000 y 700.000 euros, que no tocaron; se dejaron en la residencia pero, como ya tenían pruebas sobre sus pesquisas, decidieron enviar el caso a la justicia el pasado 22 de julio, cambiando la naturaleza del proceso y dejándolo en manos del fiscal Michel Claise -un experto en delitos económicos-.

El citado diario sostiene que estamos ante la punta del iceberg, porque los servicios secretos sólo han desclasificado una parte de la investigación, lo que da a entender que aún quedan expedientes. El ministro de Justicia belga, Vincent Van Quickenborne, ha dicho a los diarios Knack y Le Soir, pioneros en la publicación de la operación, que estamos ante un “cambio de juego en el que la Seguridad del Estado ha estado trabajando durante más de un año, junto con los servicios de inteligencia extranjeros, para mapear sospechas de soborno de miembros del Parlamento Europeo por parte de varios países”. Queda esperar más, mucho más, por lo que parece.

Así están las cosas

De momento, el tribunal correccional de primera instancia de Bruselas decidió ayer mantener en prisión a dos de los cuatro detenidos en Bélgica por la presunta trama de sobornos que salpica a Qatar y al Parlamento Europeo, imponer un brazalete electrónico a un tercero y retrasar al día 22 la vista de la eurodiputada griega Eva Kaili.

La destituida vicepresidenta de la Eurocámara, de 44 años, no acudió a la audiencia celebrada este miércoles en el Palacio de Justicia de Bruselas debido a una huelga de funcionarios judiciales en Bélgica, motivo por el que su defensa solicitó un aplazamiento.

Hasta entonces, Kaili seguirá en la cárcel de Harem de Bruselas en la que la política socialdemócrata se encuentra en prisión preventiva e imputada por presunta participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción en relación con un país árabe.

Los otros dos imputados, a quienes el juez denegó la puesta en libertad, permanecerán por ahora en el centro penitenciario bruselense de Saint-Gilles, donde se encontraban detenidos desde que el viernes empezaron las redadas policiales y fueron arrestados.

Seguirán en prisión el italiano Francesco Giorgi, compañero sentimental de Kaili y asistente en el Parlamento Europeo, y también el antiguo eurodiputado socialdemócrata italiano Pier Antonio Panzeri, cuya asociación está en el centro de las sospechas. Podrán solicitar de nuevo su puesta en libertad en el plazo de un mes, según indicaron a EFE fuentes de la defensa.

En cambio, el lobista y secretario general de la ONG No Peace No Justice (Sin paz no hay justicia), Niccolo Figa-Talamanca, no tendrá que permanecer en prisión pero se le obliga a llevar un brazalete electrónico, según un comunicado difundido por la Fiscalía belga que identifica a los imputados con siglas.

Los tres varones comparecieron este miércoles ante el juez en una vista a puerta cerrada que arrancó con retraso hacia las 13.15 hora local y en la que no se vio ni entrar ni salir de la sala a los acusados, que fueron directamente trasladados desde prisión hasta el juzgado.

Pese a la ausencia de Kaili, su letrado griego Mijalis Dimitrakópulos había declarado la víspera a la televisión helena OPEN que su clienta se declaraba inocente, pese a que la policía encontró en su domicilio y en el de Panzieri más de un millón y medio de euros en metálico en una operación en la que también se han decomisado teléfonos y equipos informáticos.

Además, las autoridades belgas sorprendieron al padre de Kaili saliendo de un hotel de Bruselas con bolsas llenas de dinero, circunstancia que sirvió para considerar que la eurodiputada estaba cometiendo un delito “flagrante”, lo que permitía a la policía intervenir pese a que esta goza de inmunidad parlamentaria.

Antigua presentadora de televisión, Kaili se inició en política en 2009 con el PASOK griego y llegó al Parlamento Europeo en 2014. Desde enero de 2022 ejercía como una de los catorce vicepresidentes de la Eurocámara, pero a raíz del escándalo por presunta corrupción ha sido expulsada del grupo socialdemócrata y destituida como vicepresidenta del Parlamento Europeo, aunque por ahora mantiene su escaño. Además, todos sus activos en Atenas han sido congelados.

Los medios Politico y Der Siegel han apuntado que además de Qatar se investiga la presunta implicación de Marruecos en la trama y las autoridades transalpinas han confirmado que la esposa e hija de Panzieri han sido detenidas en Italia. Por su parte Qatar, país que en estas fechas organiza el Mundial de Fútbol, ha transmitido a través de sus servicios diplomáticos una declaración en la que desmiente “categóricamente” las acusaciones de “mala conducta”.