Exmilitares entran a la fuerza en el Congreso de Guatemala para exigir una indemnización

Exmilitares entran a la fuerza en el Congreso de Guatemala para exigir una indemnización

La Policía evacúa a diputados y trabajadores que habían sido retenidos dentro del hemiciclo.

Autoridades en la sede del Congreso durante una protesta de militares retirados en Guatemala.EFE/ Esteban Biba

Cientos de veteranos militares guatemaltecos entraron este martes a la fuerza en el Congreso de Guatemala para exigir la aprobación de una iniciativa de Ley que les otorgue una compensación económica por su participación en el conflicto armado interno (1960-1996). Más de 200 de agentes antimotines de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala ha retomado ya el control del Congreso.

Los policías lanzaron bombas con gas lacrimógeno a los manifestantes en los sectores aledaños al Congreso, hasta conseguir frenar el caos en las instalaciones del Parlamento y sus calles aledañas, en el centro histórico de la Ciudad de Guatemala.

Los militares ingresaron pasado el mediodía de este martes a través del aparcamiento de las instalaciones del Organismo Legislativo, y entraron a algunas oficinas del lugar, donde quemaron algunas oficinas y al menos cinco vehículos.

La PNC logró que más de 100 trabajadores y diputados del Congreso abandonaran las instalaciones por salidas alternas, incluso el techo, pero varios sectores criticaron en redes sociales el lento actuar de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes.

“La situación es complicada, porque nos tienen retenidos”, dijo el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, a medios locales aún dentro del hemiciclo, donde se encontraba por una citación.

También, el diputado Luis Fernando Pineda pidió “ayuda” en sus redes sociales, al señalar que los exmilitares tenían machetes y piedras y consiguieron ingresar al derribar el portón de hierro del estacionamiento del Palacio Legislativo.

“Corrimos para subirnos a las patrullas y salir de ahí por la novena avenida. Todos estamos conmocionados. Los exmilitares están demasiado violentos, están con machetes y piedras, amenazantes. Quemaron mi oficina y destruyeron carros y otros despachos cerca del parqueo”, relató Pineda segundos después de haber sido evacuado.

El legislador agregó que había trabajadores y diputados con “colapso nervioso”, como la congresista Karina Paz, de la Unidad Nacional de la Esperanza, o el propio ministro Pimentel, quien “se siente muy mal”.

Otro congresista de Semilla, Samuel Pérez Álvarez, añadió que los diputados iban a ingresar al Congreso a la sesión plenaria cuando los manifestantes se tornaron violentos, con los machetes. “Decidimos no ingresar y nos alejamos del área, pero hay colegas que tienen sus oficinas dentro y tuvieron que vivir esa tensión desde dentro”, indicó.

Los excombatientes del conflicto armado interno se habían manifestado durante las últimas dos semanas, con bloqueos de carreteras, y finalmente este martes decidieron tomar acciones contra el Congreso.

La iniciativa solicitada por los veteranos de la guerra interna se encuentra bajo análisis de las comisiones de Defensa, Finanzas y Derechos Humanos del Congreso y plantea un pago de 120.000 quetzales (15.500 dólares aproximadamente) para cada uno de los exmilitares o sus familiares si estos ya murieron, otorgado en cuatro pagos anuales.

La compensación económica a los veteranos de la guerra interna fue una de las promesas de campaña del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en su campaña de elección en 2019.

La guerra interna acabó el 29 de diciembre de 1996 con la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y la Guerrilla compuesta por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). El conflicto armado dejó más de 250.000 muertos y desaparecidos en los 36 años de enfrentamiento, más del 90% a manos del Ejército de Guatemala, según informes de organismos internacionales.