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Coherencia pura: los talibanes condenan el asesinato de cinco periodistas por parte de Israel en Gaza

Coherencia pura: los talibanes condenan el asesinato de cinco periodistas por parte de Israel en Gaza

Afganistán ocupa el puesto 175 sobre 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras. La mayoría de informadores han escapado del país, las mujeres han sido expulsadas de sus empleos y queda sólo propaganda. 

El cuerpo del camarógrafo palestino Hussam al-Masri, que trabajaba para Reuters, el 25 de agosto de 2025, en Gaza.REUTERS

El Gobierno de facto de Afganistán ha condenado el asesinato de los cinco periodistas que murieron ayer en un ataque israelí contra el hospital Nasser, en Gaza, y acusó a Israel de cometer un "genocidio continuo" contra los palestinos. Lo que lees: los mismos talibanes que cercenan la libertad de prensa, rasgándose las vestiduras. 

El portavoz adjunto de los islamistas, Hamdullah Fitrat, dijo en un comunicado compartido anoche que "el asesinato de periodistas es un crimen grave y una mancha oscura para quienes dicen defender la libertad de expresión", en referencia a la muerte de cinco informadores ayer en Gaza. Además, los fundamentalistas que ejercen el poder en Kabul desde agosto de 2021, condenaron lo que denominaron "el genocidio en curso contra los musulmanes de Palestina y la brutal agresión del régimen sionista" en la Franja de Gaza.

El Ejército israelí atacó el pasado lunes el hospital Nasser del sur de Gaza, matando a 20 personas, cinco de ellas periodistas que trabajaban para medios internacionales. Según las autoridades gazatíes, desde octubre de 2023, cuando se recrudecieron los ataques en la Franja de Gaza, 245 periodistas, informadores e influyentes han sido asesinados. Sobre el caso de ayer, el gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que se trató de un "trágico accidente" que se está investigando ya. 

El Gobierno talibán ha manifestado de manera constante su oposición a las acciones militares de Israel en Gaza y ha pedido un acceso humanitario inmediato al enclave, donde las autoridades palestinas aseguran que miles de personas han muerto desde el estallido de los combates. Sin embargo, la crítica en este caso a Tel Aviv rezuma cinismo, ya que el régimen, que retomó el poder hace ahora cuatro años, es uno de los más duros con la prensa en todo el mundo. 

La viga que no se ve

Los medios de comunicación están controlados absolutamente por el Ministerio de Información y Cultura. Esto incluye el mando de periódicos, radio y televisión. La mayoría de los reporteros y periodistas han huido y no se permite la presencia de mujeres informadoras. Reporteros Sin Fronteras (RSF) sitúa a Afganistán en el puesto 175 sobre 180 en su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025. Según esta ONG, al menos 12 medios se vieron obligados a cerrar en 2024. "Otro riesgo de que se desarrollen “agujeros negros informativos” en la región es la suspensión de los programas en onda corta de Radio Free Asia (RFA) en mandarín, tibetano y laosiano, tras la decisión de Donald Trump de desmantelar el organismo que los financiaba, la USAGM, en marzo de 2025", añade.

La represión contra periodistas y medios de comunicación en Afganistán se intensificó durante el primer semestre del presente año, con un aumento del 56% en los ataques a la libertad de prensa respecto al mismo período del año pasado, según otra denuncia del Centro de Periodistas de Afganistán (AFJC, por sus siglas en inglés), que registró al menos 140 violaciones. En un informe difundido en julio, se explicaba que "la mayoría de los incidentes -más de 120- estuvieron vinculados a amenazas e intimidaciones, mientras que al menos 20 periodistas fueron detenidos, en su mayoría por colaborar con medios internacionales o por criticar a las autoridades talibanes".

Además, el AFJC subrayó el incremento de las restricciones dirigidas a mujeres periodistas y medios liderados por mujeres, quienes enfrentan presiones como la obligación de nombrar directores varones, la negación de licencias o amenazas directas de cierre si no cumplen con las nuevas imposiciones.