Europa prepara su jaque al gas ruso y el Kremlin responde: habrá consecuencias
Rusia ya ha contestado a las posibles medidas que tome la Comisión Europea.

La guerra comercial y de suministros que Europa libra contra Rusia continúa más vigente que nunca. Y es que, el principal reto para Bruselas es el de reducir el precio de las exportaciones de petróleo ruso lo máximo posible. Sin embargo, Dimitri Peskov, portavoz del gobierno ruso, aseguró que esto podría provocar una gran inestabilidad en los mercados energéticos a nivel mundial.
Estas declaraciones las realizó tras consultar los últimos informes de la Comisión Europea, en los que se advertía que Bruselas estaba revisando el precio actual establecido por las sanciones de la UE a Moscú.
"Estas acciones, sin duda, no contribuyen a la estabilización de los mercados internacionales de energía y petróleo", afirmó Peskov durante esta semana tras conocerse que el organismo europeo se reunirá próximamente para implementar nuevas sanciones contra Rusia.
Algunas de las medidas que estudia Bruselas estarían destinadas a la reducción del precio del petróleo ruso de 60 a 45 dólares por barril, así como la prohibición de los gasoductos Nord Stream de cara a los próximos años. También se incluirían prohibiciones relacionadas con las importaciones de combustibles procedentes de Rusia y la inclusión de una 'lista negra' de 77 buques que, de acuerdo con lo explicado por la UE, podrían ser usados por Moscú para eludir sanciones. El único problema que podría enfrentar la Unión es el de conseguir la unanimidad de los 27 Estados miembro.
Ante esta tesitura, Peskov afirmó que el Kremlin sigue de cerca las acciones de la UE en este sentido, y aseguró que Rusia responderá como crea conveniente para proteger sus intereses. En este sentido, destacó que Rusia lleva demasiado tiempo bajo sanciones "ilegales" y ya cuentan con una "experiencia muy útil" para minimizar las "consecuencias negativas".
Todo esto se remonta a diciembre de 2022, cuando la UE, junto al G7 y Australia, impusieron un límite de 60 dólares al barril de petróleo estadounidense y prohibió a las compañías navieras y aseguradoras gestionar los envíos que superaran este límite, con el objetivo de minimizar los beneficios económicos rusos.
Sin embargo, Rusia rechazó desde el inicio estas restricciones occidentales bajo el argumento de que eran unas medidas que distorsionan los mecanismos del mercado y amenaza la inversión en el sector energético mundial.