Los 100 días de Trump, o cómo darle la vuelta al mundo sin apenas salir de casa
En El HuffPost hacemos un repaso a la infinita acción de gobierno del 'trumpismo 2.0' a golpe de mapa, marcando los puntos clave de un comienzo de mandato que ha conseguido lo que quería: cambiar el planeta.

Sin respiro. Pocas veces, 100 días han dado para tanto como en el arranque del nuevo mandato de Donald Trump. Una acción de gobierno superlativa, hasta conseguir hacer y decir una cosa y su contraria en tiempo récord.
Puro trumpismo en versión 2.0 en los albores de un mandato que prometía cambiar el mundo y que ya lo ha hecho, sin apenas salir de 'casa'. Y precisamente ese concepto, el mundo, resume a la perfección cómo han sido los primeros 100 días de la renovada Administración Trump desde que jurase el cargo el 47º presidente de EEUU.
Porque con base en los diferentes enclaves que han protagonizado su comienzo de mandato se entienden todos sus campos de batalla. De Ucrania a China, pasando por Groenlandia, sus vecinos México y Canadá o Gaza, sin olvidar un particular cónclave político en pleno Vaticano. Todo esto en sólo 100 días...
En El HuffPost hacemos un recorrido por los momentos y lugares claves de estos larguísimos tres meses de trumpismo desenfrenado en este mapa interactivo:
Si es posible fijar un comienzo, más allá de la protocolaria toma de posesión, este podría pasar por Ucrania. Ya antes de las elecciones prometía traer consigo la paz. Sus ínfulas mesiánicas han dado paso a numerosos bandazos geopolíticos entre amenazas y enfrentamientos cara a cara con Zelenski para acabar en una actual "frustración" por la falta de acuerdos en una guerra que sigue igual, si no peor, que cuando regresó al Despacho Oval. Sí hay una novedad con respecto al último día de Joe Biden; ahora Washington está mucho más cerca de Moscú.
Más cerca de Moscú y aún más de Israel. Benjamin Netanyahu fue el primer líder internacional en visitar la Casa Blanca en este nuevo tiempo, un gesto significativo del apoyo total al socio israelí, acompañado de un endurecimiento del tono contra Hamás... y de un extraño plan para Gaza. El presidente de EEUU quiere hacer de la Franja un resort turístico para millonarios en el que no tendrían cabida sus actuales habitantes. Algo impensable a ojos de la práctica totalidad del planeta que él mismo ha ido publicitando... en paralelo a la guerra y la destrucción del territorio con el inciso de un breve alto el fuego que sí quiso lograr pero que no consiguí prolongar.
Si Moscú ha dejado de ser el archienemigo, quizás lo sea ahora China, al menos en cuanto a política económica. Porque podríamos situar Pekín como epicentro de su gran plan, la guerra arancelaria contra un mundo que le tiene 'manía' a EEUU. Número teatral incluido en la presentación de sus gravámenes, el inolvidable Día de la Liberación, el magnate se lanzó a una escalada sin sentido de porcentajes que él mismo ha acabado matizando en forma de pausas y reducciones. Hasta con China, que de inicio le aguantó el pulso con contraaranceles y que terminó por desatender la escalada.
Entre lo económico y lo estratégico, Groenlandia. Quienes vieran la ultima temporada de Borgen tienen ayuda extra para comprender el por qué de las ansias expansionistas de Donald Trump sobre este gélido e inmenso teritorio de soberanía danesa. Para él representa un punto crucial en la posición global de EEUU ante las "amenazas" de China y Rusia, que ya se mueven a sus alrededores. Sin ir físicamente, sí ha estado en espíritu. Primero enviando a su hijo y semanas después a su vicepresidente, J. D. Vance. Dos visitas más que peculiares para pulsar la opinión de esta particular 'tierra prometida' del trumpismo que, por ahora, no deja de ser un brindis al sol desde el Círculo Polar Ártico.
En latitudes más al sur, México y otros países americanos tampoco han sido ajenos al radio de acción temprana del 47º presidente. En este caso, por la batalla política y legal contra la inmigración. La identificación del inmigrante como delincuente es una de las promesas cumplidas y que más enorgullece a la Administración Trump y a sus fieles. Para ello se ha embarcado en una cruzada para la que no ha dudado en apoyarse de su socio Nayib Bukele o la controvertida base de Guantánamo, mientras la Justicia suma reveses a sus planes de deportaciones, devoluciones en calientes o detenciones.
El Air Force One también ha funcionado en este periodo. Ciudad del Vaticano ha sido la última gran parada de estos 100 días, por el funeral del papa Francisco. Una cita que el mismo Trump avanzaba como una 'minicumbre' internacional. Más allá de su pelea diplomática por situarse en primera línea, el magno evento religioso dejó una escena en paralelo, la improvisada reunión cara a cara con Zelenski. Esta vez, sin escándalos y con lo que parece, un acercamiento de posturas. ¿Hacia la paz? Quizás lo veamos en los próximos 100 días.
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