Recta final del juicio a Bolsonaro: las claves de un proceso histórico por la presunta trama golpista en Brasil
El líder ultraderechista, en prisión domiciliaria por intentar obstruir la investigación, se sienta en el banquillo por cinco delitos contra el orden democrático junto a siete de sus antiguos aliados, entre ellos exministros de su Gobierno y generales.

La Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil iniciará este martes la fase final del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de orquestar un complot golpista tras perder las elecciones de 2022 ante el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El líder ultraderechista, en prisión domiciliaria por intentar obstruir la investigación, se sienta en el banquillo por cinco delitos contra el orden democrático junto a siete de sus antiguos aliados, entre ellos exministros de su Gobierno y generales.
Serán cinco jueces los encargados de dictar sentencia, entre ellos Cristiano Zanin, exabogado personal de Lula, y Flávio Dino, exministro de Justicia del líder progresista, bajo una enorme expectación mediática y social.
El juicio tendrá lugar en la sede del alto tribunal, en Brasilia, y se extenderá, a priori, a lo largo de cinco días: 2, 3, 9, 10 y 12 de septiembre.
Las injerencias de Trump
El proceso, uno de los más importantes de la historia reciente de Brasil, ha estado además marcado por las injerencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El dirigente republicano ha sancionado a varios jueces del Supremo brasileño e impuesto aranceles del 50 % a Brasil en represalia por el juicio a Bolsonaro, que ha descrito como una "caza de brujas" contra su aliado político.
En la primera sesión, el juez instructor Alexandre de Moraes, tildado de "dictador" por Bolsonaro, quien se declara víctima de una "persecución", leerá el informe del caso, que empezó en 2023 tras el violento asalto a las instituciones del 8 de enero de ese año.
Luego tomará la palabra el fiscal general, Paulo Gonet, para defender la acusación, que señala a una treintena de personas como partícipes de una trama que buscó anular el resultado de los comicios presidenciales de 2022 y mantener en el poder a Bolsonaro.
Los cargos contra Bolsonaro
La denuncia consta de 272 páginas y en ella Gonet sostiene que el exjefe de Estado (2019-2022) fue el "principal articulador" y "líder" de una conspiración golpista que hasta incluyó un plan para asesinar a Lula y a otras autoridades, que él niega.
El fiscal se basa en audios, registros de reuniones, documentos, testimonios y en la confesión del exayudante de Bolsonaro, el teniente-coronel Mauro Cid, quien también estará en el banquillo de los acusados.
Las revelaciones de Cid fueron clave para armar la denuncia contra Bolsonaro, quien se enfrenta a una posible pena de prisión de hasta 40 años.
El antiguo edecán afirmó que el expresidente brasileño recibió, leyó y modificó un decreto para declarar el estado de sitio, revertir el triunfo electoral de Lula y detener a una serie de autoridades, entre ellos algunos jueces del Supremo.
El propio Bolsonaro ha reconocido que sondeó "alternativas" constitucionales porque sintió que la Justicia le perjudicó en las pasadas elecciones, pero siempre ha negado que quisiera "dar un golpe" porque para eso, según él, se necesitan "tanques de guerra en las calles".
El golpe no triunfó porque la mayoría de los comandantes de las Fuerzas Armadas rechazó embarcarse en una aventura autoritaria de consecuencias imprevisibles.
Así, la Fiscalía acusa a Bolsonaro, de 70 años, de cinco delitos: tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal armada, daño contra el patrimonio público y deterioro de patrimonio protegido.
Tras la interveción de Gonet, será el turno de las defensas y, por último, votarán los cinco jueces. Alexandre de Moraes, como instructor, será el primero en hacerlo y propondrá una pena para los procesados.
Otras causas pendientes
La prensa brasileña da por seguro que el capitán retirado del Ejército será condenado. En ese caso, su prisión no será automática, pues aún cabe recurso en la misma corte.
Además, esta no es la única causa judicial que enfrenta en los tribunales. En 2023 ya fue inhabilitado por ocho años por abusos de poder durante las últimas elecciones y aún tiene otras investigaciones pendientes, entre ellas una por apropiarse de unas joyas que serían patrimonio del Estado y por difundir noticias falsas.
La última contra el exgobernante se abrió en julio pasado por intentar obstruir el juicio por golpismo. La Policía afirma que Bolsonaro y su hijo, el diputado Eduardo, llamaron a la puerta del Gobierno de Trump para presionar al Supremo para que cerrara el caso.
Los otros procesados
Estos son los siete acusados, considerados el núcleo de la trama golpista, junto con el expresidente Bolsonaro:
Mauro Cid:
Teniente coronel y antiguo edecán de Bolsonaro. Su testimonio sirvió de base para la investigación.
Las defensas de otros acusados pidieron sin éxito la anulación del acuerdo de colaboración de Cid porque consideran que el antiguo ayudante del exgobernante omitió informaciones y se contradijo en sus declaraciones.
Almir Garnier:
Almirante y excomandante de la Marina. Según la investigación, apoyó presuntamente el plan golpista de Bolsonaro para anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2022, en las que Lula se impuso a Bolsonaro.
La Fiscalía señala que hasta en dos ocasiones se puso a disposición del líder ultraderechista para acatar sus órdenes.
Walter Braga Netto:
En prisión preventiva desde diciembre de 2024, Braga Netto es general de la reserva del Ejército y fue ministro de la Presidencia y de Defensa con Bolsonaro. En las elecciones de 2022, fue su candidato a vicepresidente.
Para la Fiscalía, la mano derecha del entonces presidente participó en reuniones para la ejecución y financiación del plan para asesinar a Lula.
Paulo Sérgio Nogueira:
También general retirado del Ejército, actuó como ministro de Defensa con Bolsonaro. La acusación defiende que apoyó la idea de intervenir la Justicia Electoral y que sirvió de puente entre Bolsonaro y la cúpula militar.
Anderson Torres:
Fue ministro de Justicia hasta diciembre de 2022 y al mes siguiente asumió la Secretaría de Seguridad de Brasilia, poco antes del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en el último intento por derrocar a Lula.
La Policía encontró en su casa un borrador de decreto presidencial que planteaba una "intervención militar" sobre la Justicia Electoral.
Augusto Heleno:
General de la reserva del Ejército. Fue ministro de la Seguridad Institucional en el Gobierno de Bolsonaro. La Fiscalía lo acusa de elaborar un plan para incumplir órdenes judiciales y propagar sospechas infundadas sobre los comicios.
Los investigadores sostienen que, de haber triunfado el golpe, él habría sido el "jefe del gabinete de crisis" instaurado para conducir el país.
Alexandre Ramagem:
Fue comisario de la Policía Federal y actualmente es diputado. Dirigió la Agencia Brasileña de Inteligencia durante la Administración de Bolsonaro.
En 2024, se postuló para alcalde de Río de Janeiro, pero fue derrotado en primera vuelta tras quedar en segundo lugar, por detrás del actual regidor, Eduardo Paes, aliado de Lula.
Según la Fiscalía, tuvo un "papel importante" a la hora de crear un estado de opinión que pusiera en duda la legitimidad de las elecciones, además de construir un servicio secreto paralelo para monitorear a adversarios políticos.
En su caso, parte de las acusaciones están suspendidas por su condición de aforado como diputado y se retomarán cuando termine su mandato.
Además de estos ocho, hay otra veintena de involucrados en el complot golpista, los cuales serán juzgados en los meses siguientes.
