Recientemente, Rusia propuso un alto el fuego en la guerra de Ucrania desde el 8 al 11 de mayo para celebrar el Día de la Victoria. El país presidido por Vladímir Putin conmemorará la efeméride con un desfile.

Sin embargo, Ucrania se ha negado a aceptar esa tregua argumentando que la misma no cambiaría el desarrollo del conflicto armado y únicamente beneficiaría a Rusia. A cambio, lo que Ucrania propone es acordar un alto el fuego de 30 días (una medida que apoya EEUU).

En cualquier caso, la tensión entre Ucrania y Rusia ha aumentado en las últimas horas después de que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmara que Ucrania no puede ofrecer ningún tipo de garantía de seguridad a los líderes mundiales que decidan asistir al desfile en Moscú.

En ese sentido, el presidente de Ucrania ha insistido en que la labor de mantener la seguridad en el evento es únicamente responsabilidad de Rusia, unas palabras que han sentado muy mal en Moscú.

Tal y como recoge el medio de comunicación lituano Delfi, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente ruso, Dmitri Medvédev, ha alertado de que "en caso de una provocación real ucraniana el Día de la Victoria, nadie puede garantizar que Kiev vivirá para ver el 10 de mayo".

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, ha calificado las declaraciones de Zelenski como "una amenaza clásica de un terrorista internacional". Además, ha expresado que la decisión de Ucrania de rechazar la tregua de tres días supone una amenaza directa a los líderes internacionales que tienen previsto acudir al desfile de Moscú por el Día de la Victoria.

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