¿Y ahora qué? Por qué Hungría se niega aún a aceptar a Suecia en la OTAN

¿Y ahora qué? Por qué Hungría se niega aún a aceptar a Suecia en la OTAN 

El presidente de Turquía firmó este lunes el protocolo de adhesión de Suecia a la OTAN y lo entregó al Parlamento para su votación, pero Estocolmo sigue necesitando que Budapest dé también su visto bueno. 

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.Celestino Arce/NurPhoto via Getty Images

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmó este lunes el protocolo de ratificación del ingreso de Suecia en la OTAN y lo entregó al Parlamento turco para su votación. Tras este primer paso de Turquía, el país nórdico está más cerca de la Alianza Atlántica, pero aún le queda sortear el veto de Hungría. 

Tras meses de bloqueo, Erdogan ya había dicho en las últimas semanas que daría su visto bueno al acceso de Suecia "si EEUU cumple sus promesas". Aunque siempre matizó que la decisión final se tomará en el Parlamento, donde su partido, el AKP, tiene mayoría junto con su aliado, el ultranacionalista MHP.

La oposición, como el partido socialdemócrata CHP y el izquierdista prokurdo HDP, apoyan la candidatura sueca, pero el voto del bloque AKP-MHP aún no es seguro, dado que el propio presidente adelantó el mes pasado que la decisión dependería de ciertas concesiones de Washington.

Ankara lleva un año negociando concesiones políticas con Suecia a cambio de su ratificación. Erdogan insiste en que Suecia debe limitar las expresiones públicas de apoyo a la guerrilla kurda, extraditar a personas buscadas en Turquía y, últimamente, poner freno a los actos de quema del Corán.

El camino de Suecia para unirse a la OTAN comenzó durante la cumbre de aliados en Madrid en verano del año pasado de la mano de Finlandia. Desde entonces, sin embargo, ha estado bloqueada por Turquía y Hungría.

Estocolmo sigue necesitando a Budapest

Ahora, aunque la Gran Asamblea Nacional turca vote a favor del ingreso de Suecia en la OTAN, Estocolmo seguirá necesitando que Budapest dé también su visto bueno para lograr la aprobación de todos los miembros de la Alianza Atlántica.

En el caso de Hungría, los recelos derivan de los supuestos "insultos" recibidos. "Dicen que Hungría no es una democracia, sino una dictadura", afirmó en julio el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, que acusa a las autoridades suecas de inmiscuirse en cuestiones internas que no le competen.

El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, señaló el pasado 25 de septiembre que "no tiene prisa" por ratificar la adhesión de Suecia a la OTAN, y agregó que primero su país debe recibir el respeto de Estocolmo. "No hay prisa. Nada pone en peligro la seguridad de Suecia", afirmó entonces en el Parlamento húngaro.

Orbán se refirió, además, a una serie documental producida en Suecia en 2019 en la que se criticaba la pérdida de valores democráticos en Hungría y afirmó que su país exige el respeto de Suecia como paso previo a decidir si permite su entrada en la OTAN. Hungría lleva posponiendo la votación sobre Suecia en el Parlamento desde hace meses y el tema de la ratificación ha aparecido y desaparecido varias veces del orden del día de los plenos.

Pero Suecia no es la única que tiene dudas sobre el carácter democrático de la Hungría de Orbán. El Parlamento Europeo emitió en junio una resolución en la que explicaba que las violaciones del estado de derecho y de las normas comunitarias hacen complicado mantener la confianza en el mandatario y expresó sus dudas sobre la capacidad del Gobierno húngaro para ejercer la presidencia rotatoria de la Unión Europea que le corresponde en el segundo semestre de 2024. 

Y no es la primera vez que Hungría está bajo el escrutinio de Bruselas. El año pasado congelaron la mayoría de los fondos comunitrios del país, hasta 22.000 millones, por sus ataques a libertades individuales y al estado de derecho, por su tendencia al bloqueo de las normas de la UE y por la sospechas de corrupción en la adjudicación y uso de esos mismos euros.

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Ana Roca es redactora en 'El HuffPost'. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, ha trabajado en la Agencia EFE y en el diario El País, donde se formó en la Escuela del periódico. Puedes contactar con ella en ana.roca@huffpost.es.