El último ataque sobre Járkov deja once heridos, entre ellos un menor, y apunta a un cambio de estrategia rusa con el uso de tecnología más precisa y destructiva.
En esta fábrica Rusia produce estos aviones no tripulados de larga distancia que inicialmente compraba ya montados a Teherán. Está situada en la ciudad de Yelabuga, de la República de Tatarstán.
Las reservas rusas de equipo militar que quedaron de la era soviética, incluidos tanques, artillería y vehículos de combate de infantería, se agotarán entre ahora y mediados de otoño, dice un especialista británico.
Fuentes del departamento de Robles explican a EFE que el mercado de armas está muy globalizado y es complejo evitar comprar a firmas de otras nacionalidades, no israelíes, que no hayan adquirido algún elemento al país para sus productos.
Las capacidades que tiene la inteligencia, la logística y los mandos de Estados Unidos siguen siendo irremplazables a corto plazo para la defensa de Ucrania.
El presidente de los Estados Unidos promete que estará “plenamente operativo” antes de que termine su mandato. Cifra su coste en 175.000 millones de dólares.
Además de que no llegue el armamento o no se le devuelva el dinero, Kiev añade el problema de la corrupción en sus propias filas: hay funcionarios procesados por contratos hasta con el Grupo Wagner de Rusia.
Berlín se lanza a liderar la carrera armamentística en Europa, con un plan para cuadruplicar su inversión militar y cumplir las exigencias de Trump y la nueva OTAN.
Dinamarca apuesta por un plan que fortalecerá la industria de defensa ucraniana, permitiendo precios competitivos y una adaptación más rápida a las necesidades ucranianas, sostiene su ministro de Defensa.
Ambos países han visto escalar su histórico conflicto tras el asesinato de turistas indios en la región de Cachemira y los bombardeos de Nueva Delhi, hasta hacer saltar las alarmas en Occidente.
En un momento en el que está cambiando el combate blindado, el T-90M, el orgullo de Rusia, se ve especialmente endeble: un análisis de lo hecho en un año en Ucrania habla de decepción y fracaso.
Corea del Norte ha puesto mucho más que soldados en la invasión ucraniana: hasta trabajadores cualificados, forzosos, están mandando a su amigo de Moscú.