Los científicos, sorprendidos por su capacidad para vivir aislados del exterior en el interior da las oscuras cuevas de Gabón y también por la evolución de su genética.
"Estábamos convencidos de que en este sistema tan relevante por su cercanía al Sol se daban las circunstancias para encontrar un planeta similar a la Tierra".
“Hemos dado un paso más al identificar las proteínas responsables de la toxicidad secundaria”, ha destacado Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra.