“La principal esperanza de Putin no es sólo tener una victoria en el frente en Ucrania, sino también que la UE se rinda”, afirma el alemán Karl Schlögel.
Tras 13 meses largos de invasión de Ucrania y castigo occidental, Putin asume en público que su país se ve tocado. Lentamente, pero se ven ya los efectos.
El bloque quiere acelerar la transición ecológica para alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo, es decir, una economía en la que se hayan reducido al máximo las emisiones del CO2.
Baste aquí la reseña de la perplejidad que ha suscitado en la UE la moción de censura de Vox, y a todo lo largo y ancho de la representación del pluralismo político supranacional que legitima y vertebra al Parlamento Europeo.
El presidente inicia una visita de dos días. Primero a Boao, el equivalente local al Foro de Davos. Y después a Pekín, a defender la soberanía ucraniana y la paz.
El Gobierno madrileño ha sacado pecho con un informe que, según confirman desde Bruselas a 'El HuffPost', "no está diseñado para evaluar la calidad de los servicios de salud".
La idea es digitalizar las clásicas indicaciones, como medida de ahorro y agilidad, pero se podrá ser flexible para atender a personas que lo sigan necesitando.
El millón de obuses que la UE suministrará en los próximos 12 meses puede ser el factor fundamental para el éxito de la contraofensiva que prepara Ucrania.
La máxima mandataria de Europa en materia económica, Christine Lagarde, ha asegurado que le BCE cuenta con liquidez y solo tomarán medidas cuando sea necesario.
Se trata de la mayor de entre las que conforman la constelación de Agencias y organismos de la UE, la de más abultada ficha financiera (800 millones de euros) y dotación de personal.
Abaratar la energía, evitar picos de volatilidad y ganar competitividad en la carrera tecnológica global hacia una economía descarbonizada son sus metas.
La Ley de Agentes Extranjeros saca a la calle a los opositores, que ven en ella una inspiración de Moscú para perseguir a la prensa y las ONG. El Gobierno ha parado máquinas, pero la mecha está prendida.