Suspenden el juicio del caso de Isabel Carrasco al desaparecer un abogado
El juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco se ha suspendido este miércoles al haber transcurrido dos horas sin que compareciera el abogado de la policía local Raquel Gago, Fermín Guerrero, a quien la Policía trata de localizar, ya que no ha justificado su ausencia.
Un familiar alertó de la desaparición poco después de las 05.00 de esta madrugada por lo que se activó un dispositivo de búsqueda que por el momento no ha dado resultado. Los agentes no han encontrado al abogado en la vivienda que había alquilado en León durante la celebración del juicio y trata ahora de localizar su vehículo, después de que se haya confirmado que no está en ningún hospital.
A lo largo de la mañana nadie ha conseguido ponerse en contacto con el letrado y por el momento se desconoce su paradero. Su última conexión a Whatsapp se realizó a las 19.04 horas del martes, según han informado a los periodistas el resto de abogados que intervienen en el juicio.
Tras más de dos horas de espera, el presidente del tribunal, Carlos Álvarez, ha optado por suspender la vista de hoy tras explicar que confía en que la incomparecencia del letrado no se deba a una causa grave y se pueda retomar el juicio este mismo jueves.
El abogado José Ramón García, que representa a Montserrat González y a su hija Triana Martínez en el juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León, fue la ultima persona que vio ayer a Guerrero.
Este letrado ha explicado que se despidió ayer sobre las 17.30 horas de Fermín Guerrero tras comer con él y desde entonces se desconoce su paradero.
UN MARGEN DE CINCO DÍAS
El proceso seguirá lo establecido en la ley, que fija que no puede alargar la espera más de cuatro días, y si al quinto no apareciera Fermín Guerrero se tendría que disolver el jurado y repetir el juicio desde el principio con unos nuevos.
En la sesión de hoy estaban citados a declarar diez testigos, todos relacionados con el entorno de Raquel Gago, entre ellos sus hermanos Beatriz y Carlos.
También su amiga Leticia González Castro, que fue quien se sentó en el asiento de detrás del coche de Raquel el mismo día del asesinato de Isabel Carrasco y afirma que no vio ningún el bolso que contenía el arma utilizada para matar a Isabel Carrasco.