En memoria de Jo Cox, desterremos la palabra como un cuchillo de la mente

En memoria de Jo Cox, desterremos la palabra como un cuchillo de la mente

Jo era laborista, una activa defensora de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y una luchadora a favor de la inmigración y la acogida a los refugiados. Sus discursos, tan cortos como claros, son piezas de una coherencia conmovedora. La misma coherencia que ha recorrido una vida segada por la violencia brutal y tempranamente.

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Foto: EFE

Jo Cox, diputada en los Comunes, ha sido asesinada.

Jo era laborista, una activa defensora de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y una luchadora a favor de la inmigración y la acogida a los refugiados.

Sus discursos, tan cortos como claros, son piezas de una coherencia conmovedora. La misma coherencia que ha recorrido una vida segada por la violencia brutal y tempranamente.

Ser coherente es algo nada fácil en los tiempos que corren, cuando algunos de los peores fantasmas de la historia vuelven a ulular por las calles de nuestras ciudades.

Cuando la xenofobia levanta de nuevo la cabeza, cuando hay quien pretende convertir en alambradas las fronteras que todavía quedan, cuando la demagogia busca aprovecharse de la crisis y los problemas de la gente para dividir y enfrentar a los ciudadanos entre sí.

Ahora, de nuevo, la democracia -británica, europea- tendrá que superar la prueba identificando a la mano asesina y juzgándola de acuerdo con la ley.

Pero sobre todo tendrá que hacerlo reafirmándose en los valores que la caracterizan como el mejor sistema político que los hombres y las mujeres han construido y que tantos han querido derribar, unos valores que no son negociables.

Un sistema político en el que la palabra es el instrumento de la razón y no del odio, de la unidad y no de la división, de la construcción en común de la prosperidad sobre la base de la igualdad, la no discriminación y la solidaridad.

Un sistema político, pues, en el que quede desterrada la palabra usada como ese cuchillo de la mente al que refieren los personajes de William Shakespeare.

Los laboristas, los socialistas y los socialdemócratas han cometido y cometerán muchos errores políticos en el gobierno y en la oposición. Pero nunca dejarán de ser, por su historia y sus valores, una referencia y un baluarte para millones de personas.

Pero, lamentablemente, como los demócratas de derechas y de izquierdas, también serán un objetivo para los asesinos de la libertad.

Hoy el turno de defender esa libertad con la vida, con sus 41 años de vida, le ha tocado a Jo Cox, británica, diputada laborista, europeísta, amiga de los inmigrantes y los refugiados.

Descanse en paz.