En Reino Unido usan una palabra, pero qué palabra, para definir al rey Juan Carlos: la llevan hasta en los titulares
'Reconciliación', las memorias del emérito, están causando un terremoto en Europa.

"Desacreditado". Con esta fortísima palabra han descrito en The Guardian al rey Juan Carlos I, cuyas memorias Reconciliación (Ed. Stock) han provocado un verdadero tsunami en las monarquías europeas.
El prestigioso medio británico, al igual que muchos otros en todo el mundo, ha hecho un artículo donde da algunas pinceladas de la obra literaria, que ha salido este 5 de noviembre en Francia y que saldrá en diciembre en España.
Se hacen eco en The Guardian de que el rey, exiliado en Abu Dabi desde 2020, habla ahí de "su unción como heredero del dictador Francisco Franco, su papel en la salvación de la democracia tras un intento de golpe de Estado en 1981 y su dolor por la muerte de su hermano menor cuando ambos 'jugaban' con una pistola en su adolescencia".
El medio británico señala que a pesar de que el libro se llama Reconciliación, no la busca en absoluto "sino que detalla cómo se siente abandonado e incomprendido por su hijo y heredero, el rey Felipe VI, y por otros familiares cercanos".
Recogen alguna frase célebre dentro del libro como la que dice: "Ahora que mi hijo me ha dado la espalda por deber, ahora que aquellos que se hacen llamar mis amigos me han dado la espalda, me doy cuenta de que nunca he sido libre".
O cuando habla de su papel en el intento de Golpe de Estado de 1981: "Yo di libertad al pueblo español al establecer la democracia, pero nunca pude disfrutar de esa libertad para mí mismo".
Su relación con Franco
Pero si hay algo que ha llamado la atención de los británicos es lo que dice el rey emérito de su relación con el dictador Francisco Franco, del que ahora se cumplen 50 años de su muerte.
Recogen las frase: "Lo respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su visión política. Me tomó la mano y me dijo, como si fuera su último aliento: 'Alteza, le pido solo una cosa: mantenga la unidad del país'".
Por último recogen cómo los españoles en su mayoría se volvieron en su contra en 2012 cuando tuvo un accidente de caza en Botsuana donde estaba, además, con su amante Corina Larsen.
También que Felipe VI lo sacó del presupuesto de Casa Real —le daban 200.000 euros— tras saberse que estaba siendo investigado por blanqueo de capitales en España y Suiza, siendo los dos casos archivados por la justicia.
