Israel mantiene la campaña de bombardeos sobre Líbano y desoye las peticiones de alto al fuego

Israel mantiene la campaña de bombardeos sobre Líbano y desoye las peticiones de alto al fuego

EEUU y la UE han reclamado una tregua de 21 días, mientras el Ejército israelí ha continuado atacando supuestas posiciones de Hizbulá y se prepara para una posible incursión terrestre que abriría un segundo frente, tras invadir la Franja de Gaza. Netanyahu rechaza el alto al fuego y llama a las IDF a seguir golpeando "con todas sus fuerzas".

Bombardeo israelí sobre Tyre, Líbano, contra supuestas posiciones de la milicia chií Hizbulá.
  Bombardeo israelí sobre Tyre, Líbano, contra supuestas posiciones de la milicia chií Hizbulá.REUTERS/Amr Abdallah Dalsh

Oídos sordos, de nuevo, a buena parte de la comunidad internacional. Israel ha continuado esta madrugada con su campaña de bombardeos de supuestas posiciones de la milicia chií Hizbulá en Líbano y ha desoído las numerosas reclamaciones que piden un alto al fuego "inmediato" y de carácter temporal, con un mínimo de 21 días. Son al menos 70 los objetivos bombardeados este jueves, según las IDF -Fuerzas de Defensa de Israel-.

El Ejército israelí también ha anunciado que, esta tarde, han lanzado un nuevo "ataque de precisión" con tres misiles que impactaron contra un apartamento en un edificio residencial en el Dahye, los suburbios del sur de Beirut, la capital libanesa. Dos fuentes de seguridad han confirmado a Reuters el fallecimiento en el ataque de Mohammad Surur, el jefe de una de las unidades de la fuerza aérea de Hizbulá.

Sarur "promovió, dirigió y capitaneó numerosos ataques terroristas aéreos, incluidos ataques con drones, misiles de crucero y vehículos aéreos no tripulados", han asegurado las fuerzas israelíes en un comunicado.

Este ataque contra Beirut, el cuarto en menos de siete días y el sexto desde que comenzó el fuego cruzado entre Israel y Hizbulá, en octubre del año pasado, dejó al menos dos muertos y 15 heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés. Es el primer bombardeo contra la capital desde el martes, cuando mató a seis personas, entre ellas Ibrahim Mohamad Kobeisi, jefe de la unidad de misiles de la rama militar del partido-milicia chií libanés Hezbolá

Restos del ataque de precisión lanzado sobre los suburbios sur de Beirut, contra un supuesto alto cargo de Hizbulá.
  Restos del ataque de precisión lanzado sobre los suburbios sur de Beirut, contra un supuesto alto cargo de Hizbulá.REUTERS/Mohamed Azakir

Aunque es el cuarto bombardeo que registra la mayor ciudad del país en menos de siete días, las IDF no habían atacado la urbe desde el pasado martes, cuando mataron al jefe de operaciones de Hizbulá, Ibrahim Akil. Se trata del responsable de la unidad de misiles de su rama militar, neutralizado justo cuando se esperaba una respuesta dura por parte de la milicia chií.

Países como EEUU, Canadá, Francia o Alemania, con el respaldo de la Unión Europea y al que planean sumarse múltiples naciones, han encabezado la petición de una tregua en un contexto en el que el Ejército israelí ha reconocido que se preparan para una eventual invasión terrestre del país, lo que supondría abrir un segundo frente de guerra directa, tras la invasión de la Franja de Gaza, en respuesta a los brutales atentados de Hamás del 7 de octubre.

Netanyahu niega que exista un inminente acuerdo de tregua en "las próximas horas" y llama a atacar "con todas sus fuerzas"

Con todo, según recoge la cadena británica Sky News citando a fuentes de altos funcionarios de EEUU, se estaría muy cerca de un acuerdo para ese alto al fuego. Tanto que ya se habría puesto sobre la mesa incluso una delimitación geográfica: "El alto el fuego durará 21 días a lo largo de la línea azul [la franja de demarcación que divide el Líbano de Israel y los Altos del Golán, la zona ocupada por el Ejército israelí tras la contraofensiva de la Guerra de los Seis Días]".

"Durante esos 21 días, las partes negociarán para lograr una posible resolución del conflicto que ha estado en curso desde que Hizbulá lanzó el ataque el 8 de octubre, y para alcanzar un acuerdo global a lo largo de la línea azul que permita a los residentes regresar a sus hogares tanto en el Líbano como en Israel", cita la mencionada cadena británica. 

Eso sí, esa tregua no afectaría al enclave palestino ya invadido: "Esto nos permite ganar tiempo y espacio para intentar llegar a un acuerdo en Gaza similar al acuerdo sobre los rehenes que hemos estado discutiendo". En esa línea, muestran cierto optimismo al indicar que "creemos que, independientemente de lo que haya sucedido en el campo de batalla durante los últimos días, ahora es el momento de lograr esa resolución diplomática; de llegar allí".

No obstante, minutos más tarde, fuentes del gabinete del propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, negaron que ese próximo acuerdo fuese cierto. Esas mismas fuentes aseguran que se ha aludido a una propuesta de alto al fuego franco-estadounidense, sobre la que Netanyahu "no ha respondido en absoluto". De hecho, ese mensaje ha sido reproducido más tarde en la cuenta oficial de X del primer ministro, desde donde ha llamado a seguir atacando "con todas sus fuerzas".

"Las noticias sobre un alto el fuego no son ciertas. Se trata de una propuesta franco-estadounidense a la que el primer ministro ni siquiera respondió. Las noticias sobre la supuesta directiva para moderar los combates en el norte también son lo contrario de la verdad. El Primer Ministro dio instrucciones a las FDI para que continuaran los combates con todas sus fuerzas y de acuerdo con los planes que le habían presentado. Además, los combates en Gaza continuarán hasta que se alcancen todos los objetivos de la guerra", reza la publicación que ha caído como un jarro de agua fría sobre la posibilidad de un alto al fuego.

Varios ministros israelíes han reclamado a Netanyahu que no acepte esta petición. Uno de los más tajantes ha sido el ministro de Finanzas , el ultranacionalista Bezalel Smotrich, quien ha indicado en su cuenta en la red social X que "la campaña (militar) en el norte debe terminar en un escenario: aplastando a Hezbolá y negando su capacidad de causar daño a los residentes en el norte".

"No se debe dar tiempo al enemigo para que se recupere de los fuertes golpes recibidos y se reorganice para continuar la guerra después de 21 días", ha sostenido, antes de añadir que "la rendición de Hezbolá o la guerra son la única manera de devolver a los residentes y la seguridad al norte y al país".

Cuarto día consecutivo de bombardeos a gran escala

Se trata de la cuarta jornada consecutiva de bombardeos sobre Líbano, tan solo 24 horas después de una oleada de ataques que acabaron con la vida de 81 personas y volvieron a dejar centenares de heridos en un país que cuyo sistema sanitario ya acusa síntomas de colapso y cuya población vive atemorizada desde que la pasada semana estallaran miles de dispositivos radiofónicos y de comunicación que medios como The New York Times o Hareetz atribuyen a la Inteligencia de Israel, el Mossad.

En esta ocasión, según trasladaron fuentes del Ejército de Israel, han sido 75 objetivos bombardeados por las fuerzas aéreas israelíes "en el área de Beqaa y en otras zonas del sur de Líbano. Los ataques tuvieron por finalidad acabar con esos "objetivos" pertenecientes a Hizbulá, pero también con "instalaciones de almacenamiento de armas, lanzadores listos para disparar, terroristas e infraestructura terrorista". 

Por su parte, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) ha informado de que se han registrado explosiones en el Valle de Beqaa -se trata de un importante feudo o bastión de esta milicia apoyada por Irán- donde habrían sido bombardeadas, al menos, una decena de localidades. También en el noroeste, concretamente en la ciudad de Hermel, se registraron "ataques nocturnos", pero el grueso se concentró, como es habitual, al sur del país.

Posteriormente, las IDF han informado de que Hizbulá ha lanzado desde territorio libanés una nueva andanada de al menos 45 cohetes sobre la zona occidental de Galilea que han sido interceptados por las defensas israelíes o han caído en zonas abiertas. Las IDF han continuado atacando supuestas posiciones de integrantes de la milicia chií, confirmando que los ataques y operaciones siguen en curso y que se comunicarán más detalles posteriormente. 

Pasado el mediodía, las IDF han anunciado un nuevo bombardeo, esta vez contra "infraestructura terrorista" localizada en la frontera de Líbano y Siria. Según esa comunicación, que han acompañado con un mapa que recoge los puntos atacados, los objetivos se correspondían con infraestructura utilizada para la transferencia de armas a la milicia chií Hizbulá.

Por la tarde, las fuerzas israelíes han anunciado el bombardeo ejecutado contra la escuela Al Faluya, en el campamento de refugiados de Yabalia, situada en el norte de la Franja de Gaza que ha dejado al menos siete muertos, aunque algunas fuentes elevan la cifra a 15 fallecidos, y una cantidad indeterminada de heridos. El Ejército de Israel ha argumentado que las instalaciones era usadas como "centro de mando y control" por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

Poco después, el Ejército israelí ha afirmado que se ha tratado de un "bombardeo preciso" y ha afirmado que la escuela era usada por "terroristas de Hamás" para "planificar y llevar a cabo operaciones terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Estado de Israel".

Mapa con los últimos bombardeos del Ejército israelí contra supuestos objetivos de Hizbulá en la frontera entre Líbano y Siria, para la transferencia de armamento.
  Mapa con los últimos bombardeos del Ejército israelí contra supuestos objetivos de Hizbulá en la frontera entre Líbano y Siria, para la transferencia de armamento.IDF

70.000 libaneses desplazados en el marco de la escalada

El ministro del Interior libanés, Basam Maulaui, ha precisado este martes que el número de ciudadanos libaneses desplazados oficialmente en el país en el marco de la escalada asciende a 70.000.

En ese sentido, un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló en la víspera que más de 90.000 personas han tenido que abandonar sus hogares por la ola de ataques emprendida en los últimos días por Israel sobre distintos puntos de Líbano.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado también de que miles de libaneses y sirios están huyendo de Líbano hacia Siria, por lo que hay cientos de vehículos que esperan para cruzar la frontera con el país vecino.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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