Fuentes ucranianas revelaron recientemente una estrategia que tendría a Rusia como gran protagonista, compartiendo primera plana con otro de los mayores enemigos de Occidente: Corea del Norte. Según alertó el teniente general ucraniano, Kyrylo Budanov, en una entrevista el pasado 7 de junio, Moscú estaría permitiendo a Corea del Norte fabricar drones Garpiya y Geran.

Según el alto mando ucraniano, este 'favor' sería una compensación por la implicación de Pyongyang en el conflicto ucraniano. Estas sospechas llevan resonando en los medios desde hace meses, especialmente en países como Japón o Corea del Sur, donde la amenaza se multiplica con cada decisión de este tipo.

Así, el mando ucraniano aseguró al medio especializado The War Zone, que Rusia estaría consiguiendo producir en torno a 2.000 drones iraníes al mes con el objetivo de incrementar esta producción hasta los 5.000, entre los que se incluirían novedades y mejoras de todo tipo. Por ello, si Corea del Norte es capaz de fabricar este tipo de drones, supondría un gran impulso para Rusia.

Sin embargo, lo que por el momento no se sabe con exactitud es qué capacidad de producción tendrá Corea del Norte. Pero lo que sí sabe -o al menos, eso asegura Budanov-, es el tipo de armamento que Corea del Norte ha ayudado a producir para Rusia, entre ellos, misiles KN-23, utilizados en la invasión de Ucrania.

Pero toda esta historia no queda aquí, ya que se ha conocido que Rusia ha apoyado a Corea del Norte en base a su acuerdo de cooperación que afecta a distintos ámbitos y todo tipo de armamento.