Maxwell, la cómplice de Epstein, reclama que se anule su condena de 20 años
Sostiene que han surgido "nuevas pruebas sustanciales" que evidencian, a su juicio, que su procesamiento no fue justo. Su maniobra puede retrasar la publicación programada de fragmentos de más documentos, prevista para el viernes.
Ghislaine Maxwell, la que fuera pareja y socia de Jeffrey Epstein y, al fin, cómplice convicta del delincuente sexual norteamericano, ha solicitado a un tribunal federal que anule o modifique su sentencia de 20 años por tráfico sexual. Se trata de una condena impuesta en 2021, de la que ha cumplido, por tanto, apenas cuatro años. Ahora, sin embargo, la que fuera socialité británica sostiene que han surgido "nuevas pruebas sustanciales" de casos civiles, además de informes de investigación y otros documentos que demostrarían, a su entender, que no recibió un juicio justo, según un expediente judicial en Nueva York difundido por medios como la BBC.
No es la primera vez que la millonaria que ayudó al financiero a reclutar a niñas y abusar sexualmente de ellas trata de salir de prisión o, como poco, reducir su sentencia. Sin embargo, el contexto actual es muy distinto: después de que Epstein se suicidara en 2019, cuando estaba detenido en Nueva York y aún no había sido procesado por todos los cargos en su contra, el caso se enfrió notablemente, pero se ha reactivado por culpa de Donald Trump, primero queriendo y, luego, sin querer.
Un momento clave
El presidente de Estados Unidos prometió en su campaña electoral de 2024 que, si retornaba a la Casa Blanca, sacaría a la luz todo lo relativo al caso de pederastia, que supuestamente estaban ocultando los demócratas porque estaba en juego la buena imagen y hasta la libertad de algunos de sus miembros, amigos y donantes. Pero al recuperar el cargo, el republicano ha hecho lo contrario: ocultar y poner palos en las ruedas. Eso ha llevado a la oposición a pedir más luz, a difundir documentos y a la filtración a la prensa de papeles nunca vistos. Ahora, todo está de nuevo a flor de piel.
La apelación de Maxwell ocurre, sobre todo, mientras el Departamento de Justicia enfrenta una fecha límite del 19 de diciembre -o sea, este viernes- para publicar archivos relacionados con las investigaciones federales sobre Epstein. Trump, muy presionado hasta por sus afines de MAGA, firmó el mes pasado un proyecto de ley que ordena que se publiquen todos los archivos de su investigación sobre el pedófilo convicto. La legislación, que exige la publicación de los archivos "en un formato que se pueda buscar y descargar" en un plazo de 30 días, fue aprobada por abrumadora mayoría en ambas cámaras del Congreso, la Cámara de Representantes y el Senado. Trump convirtió la ley en ley al día siguiente y de ahí sale la fecha del 19 de diciembre.
Hasta tres jueces federales habían ordenado en los días previos la revelación de transcripciones secretas del gran jurado y materiales relacionados, citando la recientemente promulgada Ley de Transparencia de Archivos Epstein. No es que Trump esté comprometido con la claridad sobre un señor que fue, como él mismo ha confesado, uno de sus mejores amigos durante al menos una década.
La petición de la 'madame'
Ahora, la solicitud de una audiencia probatoria sobre nuevas pruebas hecha por la madame de la trama podría obstaculizar la publicación programada de fragmentos de documentos del gran jurado, en función de si hay una colisión con sus intereses. Es algo que se tendrá que analizar de urgencia en las próximas horas.
Maxwell, según se ha sabido esta madrugada, presentó ayer miércoles la petición pro se (sin abogado, es ella misma la que se representa). Fue condenada por su participación en atraer a niñas menores de edad para que su exnovio abusara de ellas. En la nueva presentación judicial, Maxwell argumenta que varias pruebas nuevas implican que "ningún jurado razonable la habría condenado". "A la luz del expediente probatorio completo, ningún jurado razonable la habría condenado", escribió Maxwell en una moción de 50 páginas, presentada por separado en siete partes separadas. "En consecuencia, solicita la anulación de su condena, una audiencia probatoria y cualquier otra reparación que este tribunal considere apropiada y que la justicia exija", añade.
Maxwell, que cumple 64 años el día de Navidad, afirma que el Departamento de Justicia se apresuró a acusarla de tráfico sexual en 2020 "por conveniencia y motivos puramente políticos tras la muerte de Jeffrey Epstein bajo el cuidado, la custodia y el control del gobierno de Estados Unidos". También afirma que se le negó un juicio justo por parte de un jurado imparcial porque al menos tres miembros del jurado en su juicio de 2021 ocultaron su propio historial de abuso sexual "y luego introdujeron en las deliberaciones información que no habría sido inadmisible en el tribunal, lo que sólo sirvió para envenenar las mentes de los miembros del jurado que partieron de una postura neutral".
El jurado y el juez
El caso más concreto de mala conducta del jurado que Maxwell cita es la repetición de sus mociones posteriores al juicio sobre un miembro del jurado identificado en varios artículos posteriores al juicio por su nombre y segundo nombre, Scotty David, y en los documentos judiciales como Jurado 50, desvela Courthouse News Service, un servicio de noticias estadounidense centrado principalmente en cuestiones judiciales.
A todos los posibles jurados del caso se les pidió que completaran un formulario de selección que preguntaba: "¿Ha sido usted, un amigo o familiar víctima de acoso sexual, abuso sexual o agresión sexual? (Esto incluye agresión sexual real o intento de agresión u otra insinuación sexual no deseada, incluso por parte de un desconocido, conocido, supervisor, profesor o familiar)". Scotty David marcó "No". En las entrevistas, afirmó que completó rápidamente el cuestionario y que no recordaba que le hubieran hecho esa pregunta, que era la número 48 del formulario.
Maxwell alegó que la presencia de David en el jurado violaba su derecho a un jurado imparcial, amparado por la Sexta Enmienda. La juez, Alison Nathan, que presidió el juicio, citó al jurado 50 a declarar en una audiencia probatoria posterior y dictaminó que las omisiones de Scotty David no darían lugar a un nuevo juicio para Maxwell. No había caso.
Nathan, quien fue designada por el presidente demócrata Barack Obama y actualmente forma parte del Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito, reconoció que la apresurada gestión del cuestionario por parte del jurado provocó algunos errores, pero también defendió que su opinión que no era parcial y que seguía "confiada en que la omisión de divulgación no fue deliberada".
En su recurso de hábeas corpus (que protege la libertad individual contra detenciones arbitrarias), Maxwell afirma que Nathan se había "negado a revisar el material de forma crítica", y que nuevos reportajes en varios podcasts contradicen las conclusiones del tribunal y demuestran un sesgo real. "Dado que las tergiversaciones del jurado n.° 50 establecen tanto ocultación intencional como parcialidad real, y al menos otros dos jurados ocultaron sus abusos sexuales al tribunal durante el voir dire [decir la verdad] la condena de la demandante se basa en un jurado inconstitucional de nueve miembros", escribió. Por eso pide la anulación o la reducción de pena.
Condena y reclamaciones
La británica, desde el minuto uno, se declaró inocente de facilitar y participar en el abuso de adolescentes por parte de Epstein durante un período de 10 años, entre 1994 y 2004. La fiscalía la acusó, en cambio, de participar directamente y de facilitar una red internacional de relaciones sexuales en la que se inducía a adolescentes a dar "masajes" a Epstein que se convertían en episodios sexuales recurrentes y cada vez más intensos, incluyendo masturbación, sexo con penetración y "orgías" con otros adultos, en ocasiones con Maxwell como participante.
El testimonio de testigos en el juicio de Maxwell, en 2021, situó a varios hombres ricos y de alto perfil, entre ellos Andrés, hermano del rey Carlos III, y Alan Dershowitz, profesor emérito de Derecho de Harvard, en la isla privada de Epstein y otras propiedades donde las víctimas afirman haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales. El expresidente Bill Clinton y el entonces expresidente Donald Trump fueron mencionados en el juicio de Maxwell como pasajeros recurrentes del jet privado del millonario.
La condenada, al calor de la nueva vida del caso, ya había logrado una conquista con sus reclamaciones: fue trasladada de una prisión de Florida a una nueva instalación de mínima seguridad en Texas en agosto, después de que el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Todd Blanche, la entrevistara sobre sus vínculos con Epstein.
Ha apelado su caso en numerosas ocasiones y ha perdido. En octubre, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró que no escucharía la apelación de Maxwell.