Milei se pone la venda antes de la herida: promete cambios de Gobierno según lo que pase en urnas
El presidente argentino afronta las elecciones de mitad de mandato de este domingo con malas perspectivas y tras batacazos anteriores en plazas clave como Buenos Aires. Pero asegura que si le votan "para mediados del año que viene la inflación va a desaparecer".

Podría parecer un gesto más si se analiza aislado, pero desde que La Libertad Avanza (LLA), el partido político del presidente de Argentina, Javier Milei, se pegó el batacazo en las elecciones regionales de Buenos Aires, comenzaron una serie de afirmaciones del mismo mandatario que sigue presumiendo de su política de motosierra y que ha prometido que no piensa guardar. Ante el atril con el logotipo del león rugiendo, Milei dijo que era una "clara derrota" y que hacía "autocrítica", pero que estaba aún más convencido de su estrategia de recortes y privatizaciones masivas.
La alianza de fuerzas de izquierdas se había impuesto en la misma plaza electoral en la que este mismo domingo están llamados a votar más de un tercio de todos los argentinos, el 37%, en los comicios legislativos de mitad de mandato -similar a las midterm de EEUU- que renovarán parte de las dos cámaras, Congreso y Senado. Los nervios que habían aflorado tras los presuntos escándalos de corrupción con mordidas en medicamentos de la Agencia Nacional de la Discapacidad se fueron acrecentando cuando, solo unos días más tarde, le estalló otro presunto caso de vínculos con la corrupción y el narcotráfico al candidato de LLA en la capital.
Milei empezó a modular el discurso, con más "autocrítica", pero adelantando que no habría cambios en el guion ultra y anarcocapitalista que se dicta en la Casa Rosada. Pero entonces fueron los letreros luminosos y sus reflejos en rojo en el parqué bursátil los que sembraron la duda en el 'milagro' económico del que presume Milei. Tuvo que salir el Gobierno de EEUU al rescate, con un Donald Trump prometiendo un crédito (swap) de 20.000 millones de dólares para reforzar la economía argentina. Con letra pequeña, claro, porque si Milei no gana, "no vamos a perder el tiempo". Es decir, si no hay victoria electoral no habrá plata. Con este telón de fondo, este miércoles, Milei ha cambiado de discurso. Promete que si no gana el domingo, habrá cambios profundos en una gabinete que lideran él, su hermana Karina y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Milei admite que "es un infierno tener un 30% de pobres", pero alerta sobre los 'gremlins' del peronismo
En una entrevista en la televisión pública argentina -lejos de sus habituales cadenas predilectas para realizar anuncios-, Milei ha confirmado lo que ya se venía dando por hecho. Habrá crisis de Gobierno argentino si las fuerzas de izquierdas logran hacerse con la mayoría en las urnas y que de esa renovación salga una aritmética parlamentaria que pueda bloquear las políticas de Milei.
"El día 26 a la noche con todos los números veré que tipo de entramado necesito para lograr los objetivos", ha admitido el mandatario ultra. "De cara al segundo tramo de este mandato voy a reacomodar el gabinete para lograr los objetivos de la reforma de segunda generación", ha afirmado, en una suerte de metáfora de ponerse la venda antes de la herida.
En esa línea, y sin saber si hablaba a los votantes o a quienes sostienen su Ejecutivo, tampoco ha ocultado los números mínimos que quiere alcanzar. "Llegar a cien votos con los legisladores afines, para tener quórum", ha expuesto, todavía con el recuerdo de las últimas votaciones que ha ido perdiendo, ante las dudas o fugas de la derecha conservadora tradicional a la que necesita para sacar adelante todo.
"Una dinámica parlamentaria que nos permita viabilizar las reformas", ha indicado que necesita, ante "un momento bisagra que va a permitir viabilizar ciertos proyectos que hoy están empantanados". Milei también se ha dirigido directamente a los jóvenes, indicándoles que las urnas de este domingo "son más importantes de lo que creemos". También ha prometido, allá por la mitad de 2026, en Argentina no habrá inflación, entre contradicciones como reconocer que "es un infierno tener un 30% de pobres": "Hicimos un montón, para mediados del año que viene la inflación va a desaparecer, se está limpiando todo el exceso de emisión del gobierno anterior, sacamos a 12 millones de argentinos de la pobreza".
Tampoco ha perdido la oportunidad de atacar encarnizadamente a la oposición en una baterías de declaraciones que recuerdan al Milei que acababa de llegar al poder. En realidad, no solo ha atacado a la oposición, también a esa derecha tradicional conservadora de la que depende. "Los 'enojaditos de [el expresidente Mauricio] Macri' permitieron que volviera el kirchnerismo", dijo Milei remontándose a la elección del mandatario Alberto Fernández -último gobernante kirchnerista- en 2019.
"No volvieron ni moderados ni mejores", ha dicho, ya de la oposición, utilizando un símil cinematográfico con las clásicas cintas ochenteras de los Gremlins. Ha dicho que son como "los Gremlins", ya que "les tiras agua y se convierten en monstruos". Ah, también ha aclarado que "el agua es el poder", permitiendo comprender su símil.
