Las autoridades rusas reconocieron el pasado sábado por primera vez la participación de tropas norcoreanas en la contraofensiva contra las fuerzas ucranianas que penetraron en la región rusa de Kursk coincidiendo con la declaración de la victoria en este contraataque. "Surge una nueva página en los gloriosos anales de la hermandad militar de los pueblos ruso y coreano", destacó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.

Ese mismo día, además, el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, durante una reunión informativa con el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que las tropas norcoreanas habían participado en operaciones de combate en la región de Kursk contra las fuerzas ucranianas. Los medios estatales rusos citaron a Gerasimov elogiando a los soldados norcoreanos por su “alto profesionalismo” y “heroísmo” en el campo de batalla.

Según resalta el medio especializado Defence Blog, estas declaraciones contradicen las palabras anteriores de funcionarios del Kremlin, entre ellos el secretario de prensa, Dmitri Peskov, quien desestimó los informes sobre la participación de Corea del Norte calificándolos de "desinformación". Moscú había negado sistemáticamente que Pyongyang proporcionara tropas o armas para apoyar las operaciones militares rusas en Ucrania.

Corea del Norte confirmó también por primera vez este lunes que ha desplegado tropas en Rusia para apoyar su ofensiva contra Ucrania, en virtud del tratado de asociación estratégica firmado con Moscú en junio de 2024. La agencia estatal norcoreana KCNA citó a la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores, diciendo que los soldados de Corea del Norte participaron en la recuperación de la región de Kursk, cumpliendo una orden directa del líder Kim Jong-un.

La nota reproduce en gran medida la narrativa propagandística del Kremlin, al acusar a Ucrania de haber invadido territorio ruso con el apoyo de fuerzas "imperialistas" occidentales y al describir a las tropas norcoreanas como clave en la liberación de la zona y la "aniquilación de fuerzas neonazis". El régimen norcoreano calificó la operación de Kursk como una victoria "de la justicia frente a la injusticia" y un "nuevo capítulo en la historia de la amistad militante" entre ambos países.

La revelación pone de relieve los mensajes contradictorios del Kremlin, mientras la propaganda estatal rusa lucha por reconciliar las negaciones pasadas con las realidades presentes, según señala el medio especializado. Durante meses, han circulado en las evaluaciones de inteligencia occidentales informes sobre entregas de armas y posibles despliegues de tropas de Corea del Norte, pero esta es la primera confirmación oficial tanto de Moscú como de Pyongyang sobre la presencia de fuerzas norcoreanas en el frente ruso-ucraniano.