El plan del presidente de EEUU de sacar a los 2,3 millones de gazatíes de la franja y convertirla en una "Riviera" en el Mediterráneo tiene tentáculos más allá del viejo conflicto entre israelíes y palestinos.
Arabia Saudí avisa a Washington de que sin una solución de dos estados no va a establecer relaciones con Tel Aviv, que es uno de los principales objetivos del republicano en Oriente Medio.
El norteamericano abre la Casa Blanca a su aliado israelí, primer invitado tras volver al cargo. Se espera cercanía con su "eterno amigo" respecto a la ocupación, pero también presiones para que no rompa la tregua de Gaza y pueda acercarse a Arabia.
La organización danesa Play the Game desvela la red de acuerdos y conexiones en todo el mundo para sepultar, por ejemplo, sus violaciones de derechos humanos.