La hostelería de la capital portuguesa busca soluciones para afrontar una crisis que, pese a las cifras del turismo, amenaza la supervivencia de negocios emblemáticos.
Las imágenes han tocado hondo en los ibicencos, que consideran que los problemas de su isla son parecidos e incluso peores que los del archipiélago canario.
Los isleños reclaman mejores condiciones socioeconómicas y reclaman una profunda reforma en el modelo de turismo que impera en el archipiélago. También se han producido manifestaciones en Madrid.
"Miro hacia aquellos escandalosos hijos de puta y le digo al camarero: 'He tenido que venir a una mesa que esté lejos'. Y el camarero, con ademán triste y elegante de viejo lisboeta, se encoge de hombros, sonríe melancólico y responde: 'Ya no hay mesas lo bastante lejos'".