Putin pierde el control de una zona clave: tiene gas para dos semanas en una de sus colonias
Primero fue el turno de Siria, ahora de Transnistria.

La caída del régimen de Siria no solo afectó a su propio gobierno, sino también a los aliados que le apoyaban, como es el caso de Rusia, que no tardó en abandonar el territorio tras la huida del dictador Bashar al-Ásad.
Sin embargo, este no ha sido el único varapalo de Putin, ya que ahora se enfrenta a otra posible pérdida fuera de sus fronteras, concretamente en Moldavia, donde desde 1993 Rusia lleva ocupando una gran parte de este territorio, que conecta con la frontera con Ucrania.
Y es que el país liderado por Putin cuenta en la zona con su gasoducto como única vía de supervivencia energética en la zona, que ahora se enfrenta a una grave crisis energética y a una posible crisis humanitaria tras el cierre de suministros en la zona impuesta desde el 1 de enero de 2025.
Se trata de una de las principales fuentes de energía del territorio, la central eléctrica de Cuciurgan, la cual ha tenido que pasarse al carbón para poder garantizar el suministro de electricidad. No obstante, varios funcionarios han advertido que esta vía no será suficiente y han alertado que solo quedan menos de dos semanas de reservas de gas y que las de carbón se agotarán a finales de enero, lo que podría complicar la supervivencia de la población en la autoproclamada república de Transnistria.
La situación es tan crítica que los ciudadanos ha sufrido varios cortes generalizados de calefacción y agua caliente, afectando a cerca de 75.000 hogares. Como solución preventiva, las autoridades rusas han empezado a realizar apagones escalonados y han recomendado a los civiles ahorrar en energía. Además, se ha repartido de forma gratuita leña y se han instalado cocinas de campaña.
