El majestuoso barranco de Guadalajara que inspiró los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente
Un espacio natural idílico para la observación de aves.
Seguro que todos hemos visto u oído hablar de los míticos documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, un clásico de la televisión española que ha dejado una profunda huella en varias generaciones. Con su voz inconfundible y su pasión por la naturaleza, en sus episodios de ‘El hombre y la tierra’ Félix nos descubría los secretos más fascinantes de la fauna ibérica, además de concienciar acerca de la importancia de cuidar la biodiversidad española.
Uno de los escenarios más repetidos para grabar numerosas escenas fue el barranco del río Dulce, una joya natural escondida en el corazón de la provincia de Guadalajara. Este paraíso se encuentra más concretamente en el pueblo de Pelegrina, muy cercano a la gran Sigüenza, y es una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza desde donde disfrutar de unas impresionantes vistas al cañón del río Dulce.
El barranco es conocido por sus imponentes paredes de piedra caliza que alcanzan alturas de hasta 100 metros. En este espacio se pueden observar los fenómenos geológicos de los farallones calizos y los procesos kársticos que modelan el paisaje. Además, estos muros naturales crean un hábitat único para una gran variedad de especies, incluyendo aves rapaces como buitres leonados, alimoches o halcones peregrinos; y otras más pequeñas como las chovas piquirrojas, los aviones roqueros o los vencejos reales.
Un mirador a su nombre
Gran parte de estos animales fueron inmortalizados en los documentales de Rodríguez de la Fuente, en los que se daba a conocer más acerca de su forma de vida y se mostraban los vuelos acrobáticos y las persecuciones que todavía suelen llevar a cabo estas especies. En definitiva, este espacio natural es todo un paraíso para la observación de aves, con unas vistas privilegiadas ya no solo de la fauna, sino también de la vegetación y las formaciones rocosas.
Félix Rodríguez de la Fuente encontró en este paraje la inspiración para rodar varios de sus documentales en los años 70. Por ello, los vecinos de Pelegrina quisieron rendir homenaje a su figura levantando un bonito mirador en su nombre en 1980. Esta iniciativa buscaba honrar la gran labor de divulgación ambiental que llevó a cabo años atrás. Además, junto al mirador se erigió un monumento pétreo en su memoria.
El paraje fue declarado Parque Natural en 2003, lo que ha ayudado a preservar su riqueza geológica con el paso de los años. Hoy en día es un destino popular para senderistas, fotógrafos de naturaleza y aficionados a la ornitología, quienes pueden recorrer las mismas rutas que una vez pisó Rodríguez de la Fuente mientras filmaba sus populares capítulos. Eso sí, desde ADEL Sierra Norte, una asociación que promociona el turismo respetuoso, recomiendan venir en primavera u otoño.
El barranco del río Dulce es, sin duda, un testimonio viviente del impacto que la labor del naturalista tuvo en la conservación de los ecosistemas y la fauna en España. Así como de la concienciación sobre la importancia de proteger nuestro entorno natural para las futuras generaciones. Un lugar que impone belleza y aguarda entre sus rocas una gran historia digna de película.
