"La industria no da abasto con la demanda de aviones, pero quien puede esperar prefiere Airbus", defiende el presidente de la compañía, Alberto Gutiérrez.
Las averías en los aviones civiles rusos se ha multiplicado por tres, el mantenimiento se vuelve "artesanal" y los controles se reducen al mínimo, con el riesgo que lleva.
La carga en esta pionera aeronave se realiza por la parte delantera o por la trasera y puede reducir el consumo de combustible en un 83% respecto a sus homólogos convencionales.