"Me cae bien, yo le caigo bien", zanja el presidente estadounidense sobre el líder supremo de Corea del Norte, con el que estaría dispuesto a verse esta misma semana.
Le acusa de "complicidad con un líder de una rebelión, perjurio, creación de documentos oficiales falsos, daño de documentos oficiales, violación de la Ley de Gestión de Registros Presidenciales y uso de documentos oficiales falsos".
La advertencia del régimen de Kim Jong-un coincide en un momento en el que se ha establecido una estrecha cooperación militar con Moscú por la guerra de Ucrania.
Además, el presidente norteamericano ha amenazado a ambos países asiáticos con aumentar los aranceles en un 25% adicional si deciden a su vez aumentar sus aranceles sobre los productos estadounidenses.
De cara al exterior, el nuevo mandatario apostó por una "diplomacia pragmática centrada en los intereses nacionales", en un entorno de transformación de la economía y de la seguridad globales.
Los comicios presidenciales adelantados buscan superar la profunda crisis política enquistada desde que el exmandatario Yoon declarase la ley marcial y se enrocase en el poder hasta ser destituido por el Constitucional surcoreano.
La destitución definitiva del exmandatario Yoon Suk-yeol por querer imponer el estado de excepción lleva a comicios adelantados. El progresista Partido Democrático es el favorito.
Cada año numerosos turistas y locales se reúnen en el extremo sur de la península de Corea para participar en el Festival de la Separación del mar de Jindo.