Tras tres años y 13 rondas de negociaciones, una OMS sin EEUU se dota de un pacto para mejorar las alertas tempranas, identificar riesgos, avanzar en bioseguridad o compartir avances, con una certeza de fondo: la pandemia puede repetirse.
Fue un 11 de marzo, de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud dio el paso de tratar el covid de 'emergencia internacional' a 'pandemia'. Un cambio que trascendía lo meramente léxico para dar muestra de la dimensión global y mortal de un virus que ya entonces llevaba semanas multiplicando su transmisión.
El presidente de Estados Unidos aprovechó su primer día en la Casa Blanca para retomar su intención de abandonar el organismo por "su fracaso en adoptar reformas urgentemente necesarias en la pandemia del covid".
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha confirmado su salida, que se producirá a efectos legales a partir del 22 de enero de 2026. La decisión, según se estima, podría provocar la pérdida de "entre un 30% y un 40%" de los recursos de la organización.
China encendió las alarmas tras la propagación de un virus del que sabía muy poco. Un lustro después del primer fallecimiento, el SARS-CoV-2 ha causado la muerte de más de 7 millones de personas en todo el mundo, según los datos de la ONU.